Sin noticias previas de este músico leonés, el rumor de su nuevo trabajo llegó a nuestros oídos para despertar una curiosidad que, como presas fáciles para todo lo que suena a música buena y sincera, no pudimos reprimir y afortunadamente ‘La fe remota’ cayó en nuestras manos para ambientar este seco invierno. Es ya el quinto disco este de Fabián, editado en el interesante y pequeño sello independiente ‘La viejita música’ con una producción cuidada y ajustada en la que apenas intervienen el propio autor junto a José E. López, un disco con unas modestas expectativas que en justicia deberían ser sobrepasadas dada la enorme calidad que concentra tanto en sus notas como en sus letras.
La apertura del disco no está precisamente entre lo mejor de su contenido; los ritmos cálidos de la lenta ‘Turista’ adelantan con timidez la voz susurrante de Fabián antes de que ‘Herida y cicatriz’ presente en acústico una acertada vena folk culminada en unos medidos juegos de voces. ‘Premio y castigo’ es, junto a ‘Gorriones’, el más claro acercamiento al pop eléctrico y movido de logrados y sensibles estribillos. También hay lugar para los ritmos cercanos a lo étnico como en la bella ‘Sálvalo’ y su preciosa letra, o en ‘Camina conmigo’ que se anima según avanza. El piano que sostiene brillantemente por sí solo la colorista ‘He quedado con los chicos’ y el emotivo y potente desarrollo soul de ‘La inmensidad’ son de lo mejor del disco, para terminar a bajas revoluciones con ‘Las musas’ antes retomar el folk para el cierre con la bonita composición de Carlos Madrid ‘Los relámpagos’.
Una apreciable y variada muestra de talento lírico y musical por tanto la que contiene ‘La fe remota’ de un Fabián al que no ha sido fácil llegar pero que finalmente se ha cruzado en nuestro camino con una convincente propuesta que, aunque de digestión algo lenta inicialmente, destila una calidez y sensibilidad que merecen una atención que se verá recompensada de sobra.