A pesar de que este es únicamente su segundo trabajo firmado bajo su nombre, Glen Hansard es ya un veterano del negocio musical. Líder desde principios de los noventa de importantes bandas como The Frames o The Swell Season, entre proyectos personales y colaboraciones dispersas, el dublinés ha ido desarrollando una destacable carrera que en sus últimas paradas en solitario ha ido derivando hacia la música folk de raíces tanto irlandesa como americana.
En su trabajo anterior Rythm and Repose hacía una demostración de sensibilidad y dramatismo, apoyada en una extraordinaria capacidad vocal, que ha sabido redirigir inteligentemente en este Didn’t He Ramble hacia una propuesta más variada y colorida y mejor sustentada sobre unos extraordinarios músicos de acompañamiento además de magníficas colaboraciones como las de Sam Beam (Iron & Wine) o Sam Amidon además de John Sheahan de The Dubliners. Así, a modo de intro, en la apertura del disco apenas deja acompañar su voz por unos teclados y vientos en Grace Beneath the Pines antes de acercarse al folk americano en la preciosa y sencilla Wedding Ring y en la más ágil Wining Streak. A continuación suena Her Mercy, hermosa pieza ascendente de gospel con geniales toques soul finales de vbiento y coros. Los ecos celtas de su Irlanda natal resuenan en la calmada McCormack’s Wall a la que sigue la mandolina al frente del enérgico blues Lowly Deserter. Retorna la relajación en la desnuda Paying My Way y en el medio tiempo de My Little Ruin, las dos piezas que más resuenan a su anterior trabajo. A los destacados arreglos melódicos setenteros de Just To Be The One siguen el intimista final folkie de Stay The Road.
Varias canciones más que destacables en este regreso de Hansard, felizmente gestado con calma en un esfuerzo por aumentar los matices de su música con respecto a su trabajo anterior. Un éxito por tanto la continuación de la carrera en solitario de este músico irlandés al que siempre es un placer escuchar en cualquiera de sus proyectos.