Paul Weller es un tipo que, de no existir, habría que invertarlo. Poseedor de una carrera excelsa en solitario, con sus altibajos eso sí, fundador de The Jam y The Style Council, es una figura clave en la historia de la música popular. Y hoy nos toca recordar su segundo gran proyecto, The Style Council, que sorprendió tras finiquitar a de The Jam. Y es que la década de The Jam, junto a Rick Buckler y Bruce Foxton, aunque comenzaron a grabar en 1977 y no dejarían de hacerlo hasta 1982, merece un artículo obviamente. The Jam explosionaban en plena efervescencia del Punk y de la New Wave pero desde el revivalismo Mod y con una clara conciencia política. The Jam volaron rápido y dejaron, entre otras muchas, canciones como «Town Called Malice», «In the City», «Going Underground», «That’s Entertainment» o «The Eton Rifles». Weller decidió acabar con The Jam, cuestión unilateral que Buckler y Foxton se tomaron muy mal. Pero Weller no tardaría mucho en formar nuevo grupo, en este caso dúo, con el teclista Mick Talbot, con el que compartiría hasta 1989 labores de composición y de voz cantante en unos The Style Council que también se abonarían al frenético ritmo de trabajo de Weller, cinco discos en seis años, aunque el último no llegó a ver la luz hasta 1998, como veremos posteriormente. Weller y Talbot iban ir asumiendo las constantes de la década, pero la formación se basaría en un giro estilístico con respecto a The Jam con fuerte presencia del Pop, el Soul y toques jazzísticos para acabar la década abrazando los nuevos sonidos más electrónicos como el Acid-House. Además, también es interesante ver la evolución estilística de Weller, esa ropa elegante pero con un toque «pijo» por momentos, sin olvidar los trajes de turno. Weller, un tipo siempre con clase. Pero, no cabe duda que hubo cambios que a algunos seguidores de The Jam se les iba a torcer el gesto.
Weller y Talbot se iban a repartir las labores de composición y de voz principal, aunque también se apoyarían voces femeninas, destacando la posterior pareja de Weller, Dee C. Lee, que se incorporó en 1984, componiendo lo que podría ser la formación de The Style Council junto al batería Steve White. Ya en su EP de debut en 2003, Introducing the Style Council, mostrarían algunos de los caminos por los que irían, con una fuerte presencia de los teclados y algunas producciones que nos chirrían. Tampoco tuvieron inconveniente en sacar un vídeo para el tema de «Long Hot Summer» que a los más puristas les pondría los pelos de punta. En 1984 publicarían su disco Café Bleu, muy deudor de un Pop elegante y sofisticado con temas como «My Ever Changing Moods», la delicadísima y deliciosa «The Whole Point of No Return» o «You’re the Best Thing, y que alcanzaría el puesto número 2 en la lista de ventas de Reino Unido.
Pero en 1984 dieron el gran pelotazo con una canción que está entre mis favoritas de siempre, el single «Shout to the Top», una canción irresistible que yo conocería por primera vez, o casi me atrevo a decir que identificaría, en la banda sonora de Billy Elliot (2000). «Shout to the Top» es una canción tremenda, ya desde el comienzo con esos violines, los vientos, el piano, la forma de cantar de Weller, te lleva a bailar y a saltar directamente. Es un tema donde el toque Soul está muy presente y eso marca a la canción. En 1985 llegaría el turno de Our Favourite Shop, que aporta temas como «Luck», «Homebreakers», «A Man of Great Promise», cobrando más protagonismo Lee y sumando una cima más a su carrera, la irresistible y muy Soul, con un Hammond fantástico y unos vientos brutales, «Walls Come Trumbling Down», un Weller entregado y cantando con una gran fuerza, tema que por cierto también estaba en Billy Elliot. The Style Council subieron al número 1, alcanzando su mayor éxito con este disco.
The Cost of Living (1997) los mantendría en la cima, número 2 de nuevo, pero la estrella de The Style Council iba a ir declinando, las críticas fueron peores y también iban surgiendo nuevos sonidos. Mientras White abandonaba el grupo, Weller se volvía más ambicioso con un trabajo más complejo, Confessions of A Pop Group, con mayor diversidad de influencias como se puede observar en «The Gardener of Eden (A Three Piece Suite)». El disco se quedó en un discreto puesto 15 para la trayectoria de The Style Council y las tensiones entre Weller y la discográfica Polydor crecieron. La cosa ya acabaría en palabras mayores con el nuevo disco, Modernism: A New Decade (1989), un disco que se abría a sonidos que estaban en boga en aquellos momentos, especialmente el House, y más concebido para los clubs y las pistas de baile. La discográfica se horrorizó y no publicó el disco, no saldría hasta 1998 y 2001, finiquitándose The Style Council.
A partir de ese momento, la carrera de Weller tendría un nuevo comienzo ya en solitario, debutando de esa manera en 1992 con disco homónimo. Es cierto que son años duros para un Weller que con el BritPop verá reconocida su figura, especialmente de la mano de Oasis, participando en el «Champagne Supernova» del (What’s the Story) Morning Glory (1995). Weller, The Modfather, iba a ser presentado como el padrino del BritPop y su carrera en solitario llega hasta nuestros días, con sus puntos más altos y otros, pocos, menos conseguidos. En cuanto a Talbot, su carrera ha quedado en un segundo plano, participando en discos y acompañando a Roger Daltrey, Pete Townshead, Wilko Johnson, Dexys Midnight Runners, etc. En definitiva, escuchar a The Style Council siempre es una gozada, una etapa en la carrera de Weller que no desmerece el conjunto de la misma, al contrario.