Wilco, ‘Alpha Mike Foxtrot. Rare Tracks 1994-2014’ (I)

81WQDkS0ELL._SL1500_He aquí una de las bandas de las que más tenía ganas de hablar: los inimitables Wilco. Durante muchos años, Javier Castro y yo mantuvimos debates acerca de las virtudes y bondades de Wilco, él no acababa de verlo, pero al final fue entrando y adquiriendo toda la discografía. La banda de Jeff Tweedy merece en este blog un amplio artículo aprovechando la publicación de su primer greatest hits y, fundamentalmente, de su disco de rarezas Alpha Mike Foxtrot (2014), una deliciosa caja con cuatro discos que nos trasladan cronológicamente a la historia de Wilco, de una forma alternativa pero no muy alejada tampoco de la realidad. La caja, en sí misma, no ofrece grandísimas novedades ni una gran cantidad de canciones ‘escondidas’ u ‘olvidadas’, que también hay rarezas, sino numerosas demos, clásicos en directo y colaboraciones con gente como Fleet Foxes, Feist, Andrew Bird, Roger McGuinn, Syd Straw y The Blisters, además de versiones de Dylan, Neil Young, Gram Parsons, Big Star, etc.. Finalmente, quedan menos representados sus dos últimos trabajos, Wilco (the album) (2009) y The Whole Love (2011). Y no podemos olvidar el libreto que acompaña a la caja, una maravilla, con numerosos comentarios e imágenes de toda la carrera de Wilco.

Todo esto, obviamente, no desmerece la calidad de estos cuatro discos que nos vislumbran la evolución de la banda liderada por Jeff Tweedy, que en 2014 publicó el notable Sukierae, su primer disco en solitario, junto con su hijo Spencer a la batería y en homenaje a su mujer. Y es que Wilco es el proyecto de Tweedy, una banda que ha definido su camino en veinte años a base de esfuerzo, con numerosos cambios de formación, y un par de giros que les situaron en lo más alto. No es una banda que tenga hits, no hay canciones reconocibles para el gran público, no hay himnos de estadios, pero la trayectoria y la calidad de Wilco les ha situado en lo más alto, casi en silencio, sin hacer mucho ruido, más allá de su momento de ruptura con Yankee Hotel Foxtrot (2002). Pero vayamos con la historia de Wilco a medida que degustamos una vez más Alpha Mike Foxtrot y sus setenta y siete canciones que representan a la banda de Chicago.

Tweedy llegó antes de tiempo, como les ha pasado a muchos. Concretamente más de una década, cuando a finales de los 80 comienza a despuntar junto a Jay Farrar con Uncle Tupelo. Entonces no existía la etiqueta del ‘Americana’ y, como les pasaría a sus coetáneos The Jayhawks, su espacio será muy reducido en unos años de rock y grunge, y con el country y el folk en un segundo o tercer plano. Pero ganan prestigio con sus cuatro discos publicados entre 1990 y 1993, que sentarán también parte de las bases del neocountry o el futuro ‘Americana’. Sin embargo, las tensiones entre Tweedy y Farrar son tan grandes que en 1994 se separan. Mientras que Farrar lanza Son Volt, Tweedy funda Wilco, donde se llevará a su compañero de Uncle Tupelo el bajista John Stirratt, el único integrante de la formación que lleva junto a Tweedy desde el principio.

Wilco no se van a separar en sus inicios del modelo seguido en Uncle Tupelo. De hecho, A.M. (1995) se nos presenta veinte años después como un disco de corte más clásico, ingenuo e inocente para lo que vendría después. Es un buen disco que en la caja de rarezas queda muy representado, con clásicos como ‘I Must Be High’, ‘Casino Queen’ o ‘Box Full of Letters’. De esos primeros años también aparece la demo de la maravillosa ‘Childlike and Evergreen’.

Sólo un año después, Tweedy decidía dar un primer golpe en la mesa y Wilco publicaban el doble Being There (1996). Sin perder de vista los orígenes, Tweedy se diversifica y va endureciendo su sonido e incorporando nuevos elementos, como esos vientos de ‘Monday’. Además, los cambios en la formación ya habían comenzado y se había incorporado una figura capital y trágica para la banda: Jay Bennet. Bennet estuvo en el grupo hasta 2001 y saldría del grupo por las discrepancias con Tweedy, como se reflejaba en el soberbio documental I’m Trying to Break Your Heart: A Film About Wilco (2002) y que recoge la grabación de Yankee Hotel Foxtrot. Bennet sería capital y fue trágico porque falleció en 2009, pleiteando durante unos años con Tweedy. La etapa de Being There también está muy representada en Alpha Mike Foxtrot, reflejando en directo y en los descartes un grupo más alegre si se quiere, y con canciones del calibre ‘Outtasite (Outta Mind)’, ‘Red-Eyed Blue’, ‘Misunderstood’ o la demo de la ya citada ‘Monday’. También de esa época hay una vesión del ‘Thirteen’ de Big Star, cuya influencia se deja notar en partes de este disco. No está mi canción favorita del disco, ‘Hotel Arizona’, un tema que me sigue fascinando muchos años después.

Mientras Wilco avanzaban en su camino en otras direcciones, en 1998 publicarían el disco Mermaid Avenue junto al cantante folk británico Billy Bragg, y que consistía en poner música a unas letras nunca publicadas de Woody Guthrie. El proyecto fue tan exitoso que repeterían con un segundo volumen en 2000. Afortunadamente, podemos encontrar también muestras de este proyecto en Alpha Mike Foxtrot con ‘At my Window Sad and Lonely’, interpretada por Tweedy en solitario, ‘California Stars’, ‘Airline to Heaven o ‘Another’s Man’s Gone’.

El segundo golpe en la mesa, muy importante, llegaría con Summerteeh (1999), donde la composición va a recaer en el tándem Tweedy/Bennet. En su tercer disco, Wilco van más allá, supone un avance que ya se observaba en Being There y van a ofrecer diferentes matices que convertirán a Wilco en uno de los favoritos de la crítica. El valor de este paso se ve en la caja recopilatoria, con hasta siete temas del disco recogidos, y otros inéditos de la época. Canciones como la imbatible ‘She’s a Jar’, ‘A Shot in the Arm’, ‘Via Chicago’, ‘Nothing’severgonnastandinmyway(again)’ o ‘Can’t Stand It’ entran de lleno en los clásicos del cancionero de Wilco. Es un sonido que en muchas ocasiones deriva más hacia el pop y en otras, las menos, hacia el rock más experimental, que sería la siguiente línea. Por entonces, Tweedy está sufriendo gravísimos problemas de salud por jaquecas, que le llevarán a adicciones a los calmantes. Este factor también será determinante en la evolución del grupo y las relaciones en su interior.

Pero cuando Tweedy rompe la mesa es en 2001. Como hemos señalado, la grabación fue un suplicio y supuso la salida de Bennet, que como en el disco anterior era coautor de la gran mayoría de los temas. Además, el baile de miembros continuaba e ingresaba en la banda Glenn Kotche a la batería, que permanece hasta la actualidad. Wilco estaban en el sello Reprise (Warner) que, cuando escucharon Yankee Hotel Foxtrot, sufrieron un shock que les llevó a negarse a sacar el disco. Wilco habían ido mucho más allá y habían realizado un disco rupturista y ruidoso que se alejaba de lo que se esperaba de Wilco. Aquello sólo benefició al disco que sería publicado en 2002 por Nonesuch, paradójicamente también de Warner, una vez que Wilco adquiriesen los derechos de su trabajo. El disco fue considerado un clásico desde el primer momento, la crítica se rindió a ellos y está calificado como uno de los mejores discos de la década. Su icónica portada, esa imagen de las torres Marina de Chicago, forma parte de la identidad de Wilco y se observa también en la de Alpha Mike Foxtrot. Curiosamente, cuando el ‘Americana’ era ya una etiqueta consolidada y de moda, Wilco hacían su disco con menos raíces, bueno, el segundo, y rompían la baraja. No está muy representado este disco en Alpha Mike Foxtrot, con ‘Jesus, Etc.’, ‘In the Man Who Loves You’ y ‘Camera’, aunque sí que hay canciones posteriores como las pertenecientes al EP More Like the Moon (2002). Quedan fuera clásicos como ‘Heavy Metal Drummer’, ‘I’m Trying to Break Your Heart’ o ‘Ashes of American Flags’, entre otras.

Con Tweedy pasándolo mal, Wilco cambiando de integrantes y con Bennet fuera de la banda, con un disco no accesible al gran público pero con la crítica entregada, Wilco irían todavía un paso más allá con su siguiente trabajo, que también contaría con el beneplácito de los críticos y que sería todavía más innacesible que Yankee Hotel Foxtrot, nos estamos refiriendo a A Ghost Is Born (2004), que lo dejamos para la segunda parte recordando la genial ‘Heavy Metal Drummer’ del Yankee Hotel Foxtrot:


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