A punto de cumplir los treinta años de carrera y tras un receso de cinco años dedicados a Grinderman y otras facetas artísticas, Nick Cave presentaba a finales de 2012 su decimoquinto trabajo en compañía de los Bad Seeds, «Push The Sky Away», con el que confirmaba su impecable trayectoria y daba un paso más para alcanzar la categoría de clásico que en su caso cada vez parece más inevitable.
Con una incuestionable capacidad literaria (no olvidemos que es autor de novelas y guiones cinematográficos), una imponente presencia de frontman maduro y al abrigo de una banda de músicos extraordinarios que le arropan sin estridencias, Cave refrenda sus señas de identidad con las nueve canciones de este disco entre las que destaca desde la primera escucha «Jubilee Street», que narra una truculenta y obsesiva historia ambientada en los bajos fondos de una gran ciudad, como refleja de manera excelente el videoclip dirigido por su amigo John Hillcoat (parcialmente censurado por youtube debido a las explícitas escenas de sexo por lo que tristemente no podemos ofrecer su versión íntegra). Sostenida sobre una base rítmica invariable a lo largo de toda la canción, que se repite a modo de blues, «Jubilee Street» va creciendo en dramatismo a través de la narración de un Cave que calla cuando los violines, guitarras y coros que se añaden paulatinamente le toman el relevo para terminar de transmitir las emociones que no alcanzan las palabras en un nuevo ejercicio de maestría del bardo de las antípodas.