Después de tres años de ensayos y tras varios fallidos anuncios de lanzamiento por fin en marzo de 2013 llegaba el trabajo de la superbanda que Thom Yorke había formado junto a Flea, Nigel Godrich, Mauro Refosco y Joey Waronker, y la espera realmente había valido la pena. Un trabajo pletórico, especialmente en la primera mitad, que sorprendía gratamente a los que nos cuestionábamos por el resultado de una sociedad que inicialmente sorprendía.
Son varias las canciones destacables en AMOK pero en concreto esta resulta irresisitible por la línea de bajo con aroma jazz que Flea sostiene junto a unas simples percusiones y el discreto fondo de unos teclados para arropar otra magnífica y sensible interpretación vocal de Yorke. Imposible contener cuando menos el gesto ante tal acumulación de ritmos certeros.