Queda una semana para la publicación del nuevo disco de Vetusta Morla, cuarto trabajo de la formación madrileña que lleva por título Mismo Sitio, Distinto Lugar. En Los Restos del Concierto ya estamos expectantes ante esta importante novedad y Javi Castro se la ha apuntado para realizar la reseña de un disco que ha tenido dos adelantos, la impactante y diferente ‘Te lo digo a ti’, que a más de uno habrá sorprendido, y la más previsible pero sin dejar de lado su sonido épico ‘Deséame suerte’. En Los Restos del Concierto hemos seguido su trayectoria desde un lejano enero de 2009, concretamente un 3 de enero en un Actual que nos traía además en esas fechas a Tony Allen, Facto Delafé y las Flores Azules, Method Man, Depedro y Tequila, entre otros. La verdad, nosotros íbamos a ciegas a aquel concierto de Vetusta Morla, ni los conocíamos aunque tenían su trayectoria desde 1998 pero los de Fuenlabrada habían ido labrando un camino propio sin prisa lo que, sin duda alguna, ha dado sus frutos. Pero, como decíamos, antes de ese concierto en una fría noche de enero en el Palacio de los Deportes de La Rioja no sabíamos ni cómo sonaban, y nos diréis que podíamos habernos informado…ya…pero…
Cuando llegamos al Palacio de los Deportes, el concierto ya había comenzado hacia unos pocos minutos y, lo primero que nos sorprendió, fue que la banda llevase un percusionista (no es muy frecuente), Jorge González, además de la presencia de Pucho a la voz, Guillermo Galván y Juanma Latorre a las guitarras, David García ‘el Indio’ a la batería y Álvaro G. Baglietto al bajo. La verdad es que imponían, se notaba que no eran unos recién llegados y entre el público tampoco eran unos desconocidos para parte del mismo, ya sonaban por aquel entonces en Radio 3. Pudimos ver el concierto muy de cerca y desde el minuto uno acabamos convencidos de un concierto en el que desgranaron su debut, el inapelable Un día en el mundo (2008), un disco que se habían autoproducido y autoeditado a través de su sello Pequeño Salto Mortal. Vetusta Morla igual no sonaban a nada parecido a lo que habíamos escuchado anteriormente, puede que se pudiese atisbar un intento por acercarse en algunos temas a unos Radiohead más accesibles, sus canciones enganchaban desde los primeros compases y, especialmente, contaban con una fuerte personalidad y transmitían una gran convicción en sí mismos. Acabamos tan impresionados que salimos a comprar su disco en el hall del Palacio de los Deportes de La Rioja donde parte de la banda se encontraba despachándolos junto a otros productos de merchandising. No sé si estaba en su mente lo que pasaría a continuación y es que, Vetusta Morla, se iban a convertir en la gran referencia de lo denominado ‘Indie Pop’, junto a Love Of Lesbian y Lori Meyers entre otros, una etiqueta que desbordarían.
Un día en el mundo fue uno de los discos que más escuché en todo 2009. No podía dejar de hacerlo. Ya desde el comienzo con ese sonido de ‘Autocrítica’ que va en aumento a medida que sube la intensidad de la letra, siempre con ese gusto por la complejidad y un cierto barroquismo que encajaba en su sonido. Luego le seguía ‘Sálvese quien pueda’, un tema sobresaliente que se convertiría en un himno y con una letra también destacada. ‘Un día en el mundo’ tiene un punto de complejidad y no abandona la épica. Y para ‘Copenhague’ faltan palabras, una canción redonda que se convirtió desde el primer momento en una de las favoritas de sus seguidores, y no era para menos con ese medio tiempo triste y melancólico y ese verso del comienzo ‘El corría, nunca le enseñaron a andar’ y esa guitarra del final y esas cuerdas de cierre…Pero el disco no bajaba el ritmo, ‘Valiente’ también alcanzaría la categoría de himno, esas guitarras se te clavan y ese estribillo está muy logrado, para un tema más bailable. ‘La marea’ quiere poner un poco de pausa, es una canción bella y delicada, en la que Pucho cambia por momentos su registro vocal.
La segunda parte del disco comienza con ‘Pequeño desastre animal’, un tema más complejo, donde se observa un gusto por ciertas texturas más atmosféricas y que también va subiendo en intensidad. En cuanto a ‘La cuadratura del círculo’, sin duda nos encontramos ante otras de las canciones más destacadas del disco, un tema más duro y contundente que en directo es una fiesta, un tema furioso que es de los que se te quedaban clavado en la primera escucha y en donde destaca el impacto de las guitarras y las percusiones. Como en otros momentos del disco, tocaría un cambio de ritmo con ‘Año nuevo’, una canción que comienza con el protagonismo del piano aunque luego vuelven a acelerar para dotarle de una mayor personalidad al tema. Y ‘Rey Sol’ es una canción diferente, si se quiere tiene un punto más experimental. ‘Saharabbey Road’, el título no lo disimula, es una maravilla Pop que también se convirtió en uno de los momentos más destacados, y karakonianos, de sus conciertos por su tono festivo y su melodía pegadiza, incorporación de vientos incluida. Para el cierre, no podía ser de otra manera, tocaba un tema más reflexivo como es ‘Al respirar’, un colofón ajustado para un disco que todavía sigue sonando fresco, un debut fulgurante.
2009 nos traería a Vetusta Morla en San Mateo a la Plaza del Ayuntamiento. Para entonces, Vetusta Morla ya estaban instalados en otra categoría, habían ido creciendo muy rápidamente a lo largo del año aunque la plaza no se llenó ni mucho menos, pero había mucha más gente que se sabía y coreaba sus canciones que en enero. Luego llegaría Mapas (2011), el siempre complicado segundo disco que solventaron de forma notable, un trabajo ambicioso que igual tenía alguna laguna, pero que les sirvió para consolidarse y en 2012 los vimos en una lluviosa noche en el BBK Live en Kobetamendi el día que tocaron Radiohead, y allí congregaron una gran cantidad de público. En 2014 llegaría un trabajo sobresaliente, con un tono político y social en parte, La deriva, que Javier Castro se encargó de reseñar en Los Restos del Concierto. Y Vetusta Morla regresarían a Actual precisamente otro 3 de enero, pero en esta ocasión de 2015, en la Plaza de Toros de Logroño que alcanzó un lleno histórico con 8.000 personas que acudieron a ver a una formación que había alcanzado entonces lo más alto del panorama musical nacional, y así lo contamos en Los Restos del Concierto. De esta forma llegamos a la cuarta entrega de Vetusta Morla, un trabajo que promete más experimentación y que, como mínimo, no nos dejará indiferentes. Vetusta Morla se han ganado un gran crédito y nunca han defraudado, ni en sus discos ni en directo. Como decíamos anteriormente, Javier Castro lo contará aquí, una vez más, en Los Restos del Concierto.