En 2012, Love Of Lesbian no lo tenían nada fácil. Habían triunfado sin paliativos con el disco de 2009 «1999 (o cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna)», un acontecimiento que los había sacado de las catacumbas del mundo categorizado como «indie», y que supieron transmitir en una interminable gira. Canciones con «Club de fans de John Boy», «Incendios de nieve», «Segundo asalto», «Las malas lenguas», etc., se habían convertido en himnos para un número creciente de fans, que convertían sus conciertos en karaokes. Por lo tanto, las probabilidades de despeñarse estaban a la altura de las expectativas. Y Love Of Lesbian subió la apuesta publicando un disco doble: «La noche eterna / Los días no vividos». Y fue un acierto, consiguiendo el número 1 en la lista de ventas, de nuevo demostrando la paradoja de la industria musical de este raro país (pocas ventas que provocan que los grupos y artistas con bases fieles alcancen altas cotas de ventas en las primeras semanas).
«La noche eterna / Los días no vividos» cambiaba un poco el rumbo de «1999», es un disco muy reflexivo para después de la resaca que siguió a la conquista del éxito. Automáticamente, los seguidores respondieron asumiendo los nuevos temas, que volvieron a ser coreados en sus conciertos. Dentro de todos los temas de este disco doble nos atrapó desde la primera escucha «Nadie por las calles», la canción más rock, sacada casi de un disco de Springsteen como diría Javi Castro, con ese saxo que le da el toque al tema. En «Nadie por las calles», Love Of Lesbian dibujan un escenario urbano que parece una metáfora de nuestra generación, especialmente cuando señalan «Saltaron sin pensar, vallas de seguridad». A nosotros, nos convencen, y mucho.