La historia de Charles Bradley es un ejemplo de cómo alguien mantiene su ilusión y vocación y tras décadas de ostracismo y jugar en categorías regionales, alcanza un estatus y un reconocimiento inesperado. Y es que Charles Bradley nació en 1948 y publicó su primer disco, «No Time For Dreaming», en 2011. Como Sharon Jones, Charles Bradley también fue «descubierto» por Daptone Records, discográfica admirada en este blog. La vida de Bradley ha pasado por numerosas penurias, situaciones límites, bordeando la exclusión social, cuando no cayendo directamente en la pobreza. Y, mientras tanto, dedicado a esa música que tanto nos gusta: el soul. Sin duda, ese asidero fue fundamental para que Charles Bradley no acabara definitivamente en el arroyo, especialmente en una sociedad tan clasista y desigual como la de Estados Unidos, donde el bueno de Charles tenía todos los números para hacerlo en función de su origen social. Pero su historia tiene un final feliz, y es que ya en 2011 su disco «No Time For Dreaming» fue aclamado por la crítica dentro de ese redescubrimiento del soul al que asistimos desde hace unos años. Como Sharon Jones, y otros ejemplos, estaba ahí prácticamente desde el principio, manteniendo una llama que parecía destinada a un circuito menor.
Con «Victim of Love», Charles Bradley ofrece un disco soberbio, de un clasicismo incontestable, pero lleno de temas sobresalientes. Apoyado en una banda impresionante, a lo largo de once temas Bradley se centra en el soul, con algunos retazos de funky, no en vano también se ganó la vida como imitador de James Brown. El disco tiene una sección de viento increíble, que se complementa con la imponente voz de Charles Bradley. El comienzo del disco ya marca las reglas del juego con un tema como «Strictly Reserved For You», un medio tiempo soul que hace unas décadas sería un clásico:
Siendo un disco que hace honor a su título, se compone en parte de baladas y medios tiempos como por ejemplo la soberbia «Let Love Stand a Chance», «Victim of Love» o «Crying in the Chapel». También abundan los temas más rápidos, donde la sección de viento se impone, con «You Put the Flame on it» o «Where Do We Go From Here». Sin olvidar esos toques funky ya señalados en «Love Bug Blues», «Confusion» y «Hurricane». Hay tiempo para un instrumental como «Dusty Blue» y termina el disco con una tremenda balada, «Through the Storm», lo mejor del disco junto con «Strictly Reserved For You».
«Victim of Love» ha sido también reconocido por la crítica, siguiendo la estela de otros discos de este revisionismo soul al que asistimos. Así se va constituyendo una escena que no sólo cuenta con jóvenes como Nick Waterhouse o Eli «Paperboy» Reed, sino que nos redescubre a veteranos de probada autencidad, con Sharon Jones y el propio Charles Bradley a la cabeza. A algunos les parecerá «retro», pero a nosotros nos gusta que esta música siga viva.