Jack White está a punto de sacar un nuevo disco, el tercero en solitario que se llamará Boarding House Reach, y desde siempre ha sido uno de los más listos de la clase. En Los Restos del Concierto teníamos ganas de abordar uno de sus proyectos más interesantes, y que hace años dejó atrás aunque con White nunca se sabe, como fueron The Raconteurs, que publicaron únicamente dos discos. El segundo de ellos, Consolers of the Lonely, cumple diez años en 2018, suponiendo la continuación de su debut en 2006 con Broken Boy Soldiers. Hay que situarse en ese contexto, y en que la creatividad e hiperactividad de White necesita muchos canales para expresarse. En 2006, The White Stripes eran una de las bandas más importantes del panorama rockero y con Get Behind Me Satan (2005) habían consolidado su posición tras el éxito de Elephant (2003). Entonces, White, que ya estaba establecido en Nashville y que había producido a otros artistas, sorprendió con una nueva formación que no suponía el fin de The White Stripes, que llegaría años después, formada por Brendan Benson, Jack Lawrence (The Greenhornes y que también estaría presente en otro proyecto de White como The Dead Weather) y Patrick Keeler (The Greenhornes y The Afghan Whigs, entre otros). Aquel debut se contempló como un divertimento de White pero Broken Boy Soldiers era un buen disco, compuesto entre White y Benson, con canciones tan redondas como ‘Steady, As She Goes’, y se caracterizaba por sonidos más garajeros y vinculados al Power Pop que las últimas entregas de The White Stripes. La banda se consolidó y su siguiente trabajo tardaría dos años en llegar, justo un año después de la última entrega de The White Stripes, Icky Thump (2007), y uno año antes del nuevo proyecto de White, los más oscuros de The Dead Weather.
Para Consolors of the Lonely, White y Benson cambiaron un poco de registros, dejando a un lado los sonidos más urgentes para ganar en contundencia a través de unas guitarras más pesadas, e incluso notándose la huella de la deriva final de The White Stripes, esas trompetas en algunos temas. De nuevo jugando a dos voces, The Raconteurs lograron superar su debut con un disco homogéneo y sin fisuras, aunque a veces rozando el peligroso barroquismo marca de la casa White. El primer tema, ‘Consoler of the Lonely’, parece querer mantener el espíritu garajero pero luego se interna en las filigranas de White y cuenta con un final tremendo. ‘Salute Your Solution’ es una canción tremenda, impresionante el bajo de Lawrence, las dos voces de Benson y White, así como unas guitarras muy punzantes. En ‘You Don’t Understand Me’ apuestan por un medio tiempo creciente, con un poso más clásico, con piano ‘barroquista’ incluido. Y en ‘Old Enough’ incorporan violines para una canción con tono más Folk que es una veta que no explorarán demasiado pero que les quedaba muy bien, un tema de mis favoritos. En ‘The Switch and the Spur’ aparece la huella del último trabajo de The White Stripes, esas trompetas ya señaladas, para un tema con el que desciende levemente el nivel. Pero se recupera con la urgente ‘Hold Up’ en la que destaca la sección rítmica y el virtuosismo de White. ‘Top Yourself’ por su parte tiene un comienzo interesante con White prácticamente fraseando y luego avanza hacia a un tono más oscuro.
En ‘Many Shades of Black’ recuperan las trompetas para conformar un sonido más melancólico y en donde destaca la grandilocuencia del tema. ‘Five on the Five’ por su parte vuelve a las guitarras más urgentes, línea que se sigue en ‘Attention’, más rockera posiblemente y accesible. ‘Pull This Blanket Off’ es más minimalista y con una instrumentación reducida, mientras que en ‘Rich Kid Blues’ se marcan una soberbia versión del tema de Terry Reid, caracterizada por la épica. El final es para dos grandes temas, primero ‘These Stones Will Shout’, también definido por una gran fuerza tras un comienzo suave, y en segundo lugar con la intensa ‘Carolina Drama’, un tema fascinante, envolvente y con ese sonido tan característico de White pero más melódico.
The Raconteurs no volvieron a publicar más material nuevo desde entonces. Giraron y White se dispersó entre el final de The White Stripes, la apuesta por The Dead Weather y, especialmente, por su carrera en solitario, junto a producciones varias y otras colaboraciones. Benson, por su parte, entregó en 2009 un imprescindible My Old, Familiar Friend, el punto más alto de una carrera que adquirió más visibilidad gracias al apoyo de White, aunque sus discos posteriores hayan sido más irregulares y no cuente con apenas novedades desde el disco de 2013 You Were Right del que dimos cuenta en Los Restos del Concierto. No sabemos qué llevó al final de The Raconteurs en 2011 ni si tiene White intención de recuperarlos, ya hemos comentado que tratándose de White se puede esperar cualquier cosa, pero no cabe duda que fueron un muy buen proyecto con dos discos destacados y fantásticas canciones.