Regresa la fantástica Katie Pearson de The B-52’s a nuestra sección del verano 2018 sobre Colaboraciones, aunque lo hace con un menor protagonismo que con «Candy» de Iggy Pop. En este caso, su presencia aparece en «Shiny Happy People», el segundo single del Out Of Time (1991) de REM, el segundo trabajo que hacían para Warner tras Green (1988), del que hablaremos en breve. REM se lanzan con un tema Pop delicioso y con un estribillo adictivo tras el sombrío «Losing my Religion», que les puso en el mapa. Pearson se encargaba de la segunda voz, junto a Mike Mills, reforzando a Michael Stipe. No sería la única aportación de Pearson en aquel disco y no hay que olvidar que The B-52’s eran de Athens (Georgia), al igual que REM. Como decíamos, Pearson colaboraría también en la emotiva «Near Wild Heaven» y en el cierre de «Me in Honey», una de esas canciones que se quedan escondidas en los discos y que con los años redescubres. Ojo, que el disco también tenía una interesante colaboración a cargo del rapero KRS-One en «Radio Song», el tema que daba comienzo al disco. El toque de Pearson le da un toque más alegre y festivo a una canción de letra buenrrollista que haría palidecer a Paulo Coelho, la verdad. Igual es que esa melodía tan saltarina y cantarina, con las cuerdas y demás, no admitía otra clase de letra, quién sabe.
El caso es que la historia tiene fondo ya que REM odiaban esta canción, reconocido en no pocas ocasiones por el propio Stipe. Al parecer, la discográfica les «presionó» para que sacasen un tema más Pop y accesible, y no es que Out of Time alcance las cotas sombrías del, para mí, su obra maestra, Automatic for the People (1992). No la tocaban en directo y, para más muestras, ni siquiera apareció en el recopilatorio In Time: The Best of REM 1988-2003 (2003), que recogía los hits del periodo de Warner hasta el momento, cosa que si haría el su disco recopilatorio de cierre con los temas de sus etapas de I.R.S. y Warner, Part Lies, Part Heart, Part Truth, Part Garbage 1982-2011 (2011). No creo que los de REM se hubiesen reconciliado con una canción que también fue un gran éxito y que, en mi opinión, no deja de ser un gran tema que se te cuela a la primera. Encargo forzado o lo que sea, el caso es que les quedó una canción intemporal y que siempre te despierta una sonrisa. Y, por cierto, que dio lugar a uno de los vídeos más coloristas de REM, por no decir el más, con un Michael Stipe con gorra incluida, Peter Buck no sabiendo dónde meterse y con cara de «qué hago yo aquí» a pesar de que al final se arranca, y Mills y Bill Berry un poco más entregados. Ah, y sin olvidar esa coreografía, impagable.