Seis años han pasado desde el último disco de Cat Power, el nombre por el que es conocida Chan Marshall, una de las cantautoras más veneradas por la crítica con más de dos décadas de carrera, la cual también ha sido un tanto irregular con diferentes variaciones y derivas, alcanzando seguramente su punto más alto con las implicaciones más Soul de The Greatest (2006), luego llegaría un nuevo disco de versiones bajo el título de Jukebox (2008) y un más electrónico Sun (2012). Tras unos años complicados y haber sido madre, Marshall ha publicado un solvente Wanderer, un trabajo muy Folk en el que apenas se acompaña de una guitarra acústica y en otras de un piano. Es un disco que entra de forma suave y que gana con las escuchas. Es un trabajo que también tiene un punto a las propuestas de Neko Case o de Lucinda Williams, aunque en este caso sin el componente Country, y en ocasiones parece también acercarse, aunque son las menos, a la visión más arriesgada de Laura Marling. Todo ello no quita para que sea un trabajo de gran personalidad y con la voz de Chan Marshall brillando en los diferentes registros a los que llega.
Comienza con una intro que es más bien una letanía, «Wanderer», para dar paso a la característica más destacada del disco, el intimismo, muy presente en la bella «In Your Face», donde el piano aparece sutilmente. Se anima en «You Get», aunque sin dejar de lado unas estructuras muy básicas y desnudas, destacando de nuevo su forma de cantar. En «Woman» cuenta con Lana del Rey, un tema que está entre los más destacados del año, y de lo poco que se sale de los márgenes en los que se encuadra el disco, con mayor potencia y fuerza. En «Horizon» regresa al intimismo, es uno de los temas más destacados y tiene un punto muy nostálgico. Y no deja esa senda con «Stay», una canción en la que el piano es protagonista y que cuenta incluso con un tono dramático.
La segunda parte del disco baja un peldaño el nivel, pero sigue siendo muy solvente. En «Black» apuesta por la guitarra y juega con su voz superpuesta, creando un efecto interesante. Fantástica su forma de cantar en «Robin Hood» y el intimismo alcanza su máximo expresión en «Nothing Really Matters», un tema en el que de nuevo su voz es la principal protagonista. «Me Voy» es la mejor canción de la segunda parte del disco, con una forma de cantar que maravilla y el cierre es para «Wanderer / Exit» donde apuesta de nuevo por un mayor dramatismo, bordeando por momentos el spoken word e incorporando instrumentos de cuerda y trompeta.
Buen disco de Cat Power, un trabajo muy acústico e intimista que, en algunos momentos, puede hacerse un tanto reiterativo pero que muestra a una Chan Marshall muy inspirada.