El trallazo de Green Day con «Dookie»

Dookie (1994) de Green Day cumple su veinticinco aniversario en este 2019, aunque aquí nos llegó ya entrado 1995. Fue uno de esos puntos de inflexión en las tendencias de la época, aunque como hemos señalado en no pocas ocasiones estaban lejos de ser mayoritarias. El Grunge, aunque volveremos a discos de Soundgarden y Alice In Chains de aquel año, del Vitalogy de Pearl Jam ya hablamos en su día, había dejado paso por un lado al BritPop y, por otro, a la elevación al mainstream de otros sonidos que llevaban unas décadas en un muy segundo plano, aunque con su impacto e influencia, como es el Punk. Y el Dookie de Green Day fue sin duda alguna el principal responsable. Obviamente, no es comparable al escenario de surgimiento de Sex Pilstols y The Clash, al contrario, ese «resurgimiento» del Punk tenía más matices, así como su desarrollo posterior. A Green Day se uniría poco después unos Offspring que a mí siempre me parecieron algunos peldaños por debajo, así como formaciones que lograron una mayor visibilidad como Rancid o los veteranos Bad Religion, ambos lejos del éxito de los anteriores. En cierto sentido, es un Punk Rock más domesticado que también se basaba en un entusiasmo juvenil, a pesar de que Green Day casi cumplían una década de carrera y era su tercer disco, el primero en una multinacional (Warner). Su trayectoria se había librado en el underground y en sus entrevistas de aquel año recordaban haber tocado en España en lugares como gaztetxes y demás. Sin embargo, en Warner vieron el potencial y la apuesta por lo tan de moda «alternativo» (etiqueta que tanto ha dado que hablar) permitía esa opción. Con un productor como Rob Cavallo, no cabe duda que el acierto fue absoluto con unas ventas por encima de los doce millones de discos y con hits como «Basket Case», «Longview» y «When I Come Around». Green Day, el trío formado por Billie Joe Armstrong, Mike Drint y Tré Cool, tenía la lección aprendida, canciones rápidas, de poco más de dos minutos y guitarras aceleradas, aunque también había espacio para sonidos más melódicos y una querencia por el Pop. Después del Grunge y su nihilismo y su «carga», Green Day sonaban como una liberación y un disfrute que también aceptamos aunque su fecha de caducidad también estaba cerca y sus consecuencias, no queridas, contribuyesen a otras tendencias menos afortunadas. Pero Green Day fueron un soplo de aire fresco.

Dookie podrá ser acusado de ser muy monocorde, pero sus canciones siguen funcionando. Comenzaba con la vitamínica «Burnout», Punk melódico que se clavaba y a la que seguía «Having a Blast», un mismo esquema con la guitarra a todo trapo y la sección rítmica siguiendo el camino. En «Chump» no se salían del guión para conectar con «Longview», que fue el primer single del disco, y donde ya había más matices como el papel del bajo, el in crescendo del tema y cómo llegaba al clímax. «Longview» era una gran carta de presentación del disco y en el mismo era seguida por la potentísima «Welcome to Paradise», una de las que mejor conectaba con el Punk primigenio. «Pulling Teeth» era más melódica, casi un medio tiempo que conectaba con el Power Pop incluso y a la que seguía su gran éxito, el tema que les colocaría en el mapa, «Basket Case», una canción que se te clavaba con su melodía y estribillo. «Basket Case» sonaba en las radios, en los bares y en todos los sitios.

La segunda parte daba comienzo con «She», de nuevo más melodía y deslizamiento hacia el Pop al comienzo para ascender a lo largo del tema, con el bajo de Dirnt en modo protagonista. En «Sassafras Roots» siguen en esa dirección y llega seguramente mi canción favorita del disco, una «When I Come Around», de nuevo más melódica y con un punto melancólico que no aparecía en el resto del disco, un tema menos festivo y con más matices. A partir de aquí, canciones de menos de dos minutos para ir cerrando con «Coming Clean», más dura; la muy Punk «Emenius Sleepus»; y la aceleradísima «In the End» donde la batería de Tré Cool se sale. El final es para «F.O.D.», con un Armstrong cantando sin apenas apoyo instrumental para acelerar a continuación. El tema se cerraba con la incorporación de «All By Myself» que cantaba Cool, un tema acústico a modo de coda.

Dookie fue un gran éxito de una banda como Green Day que permitía, junto al BritPop, seguir manteniendo la ilusión de lo «alternativo». Fue muy liberador, como decíamos antes, porque sonaba muy fresco, aunque estaba lejos del valor sociológico que había tenido dos décadas antes el Punk. La carrera de Green Day, a la que volveremos, no fue fácil desde varios puntos de vista, y ellos mismos han pecado en ocasiones de una cierta megalomanía. No tardaron mucho en sacar Insomniac (1995), que ya logró vender sólo la quinta parte de discos. Desde entonces, habría que esperar a 2004 cuando sorprendieron con el crítico y maduro American Idiot, que les devolvió a ventas similares a Dookie y a un reconocimiento de la crítica. Pero esa es otra historia que abordaremos próximamente en Los Restos del Concierto, mientras tanto, recordamos el entusiasmo juvenil de Dookie, ese disco de 1994 con cuyas canciones botábamos en 1995 en los bares y que nos hizo girar la mirada hacia un Punk Rock domesticado y accesible.

 

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