De manera inesperada para la mayoría, a dos años del fantástico ‘Esperanza’ de Ricardo Lezón en solitario, tres del ‘Lluvia y truenos’ en colaboración con The New Raemon y cuatro de ‘Rugen las flores’, el quinteto de Getxo ha encontrado espacio en «la distancia» que los mantenía separados para componer y grabar otra maravillosa colección de canciones que les confirma necesarios y sin parangón en nuestro panorama musical.
De nuevo apoyado Gonzalo Eizaga en Raúl Pérez para la producción, conceden mayor protagonismo al piano situándolo a la par de su característica pericia con las guitarras y de la ineludible presencia vocal de Lezón, para apropiarse de un conjunto que transmite un curioso y melancólico placer. Las letras vuelven a ser brillantes y determinantes a la hora de contagiar ese fuerte sentimiento poético, así como muestran otra vez una enorme habilidad para comedir los pasajes más intensos de sus canciones sin caer en el sentimentalismo.
Desde Seré tú ya avanzan el papel del piano y los delicados arreglos, para a contnuación presentar su particular belleza épica en la enorme La distancia del lobo y una calmada calidez en la preciosa Asfalto (libres los animales). Aligeran el tempo en La gran belleza, con mayor protagonismo guitarrero y un emocionante final, y lo suavizan en la desnuda Luz de gas, cerrada con un bello pasaje instrumental. En Cerezas obedecen a la sección rítmica y al piano para ir ganando luego gravedad e intensidad y en la romántica La vereda contrastan las sombrías guitarras con la luminosidad lírica. Luciérnagas retoma la calma y la intimidad con acierto antes de la acogedora El buen invierno, sugerente y ágilmente extendida hasta el final.
De nuevo oscilantes entre el desamparo y la esperanza y tan románticos como siempre, vuelven a esconder múltiples matices bajo una superficie de apariencia sencilla. A destacar la aportación vocal de Jimena Lezón como complemento femenino a la voz de su padre y, una vez más, la sensibilidad que destila todo el disco. Un logro más de esta banda que, con pasos en apariencia pequeños, va completando una trayectoria particular y de admirable calidad.