Ah, la Blaxploitation, todo un género en sí mismo que se identifica con un periodo muy concreto, la década de los setenta, en un contexto de reivindicación y lucha por los derechos civiles de la población afroamericana en Estados Unidos, así como por la influencia del «Black Power». Este género tenía como objetivo romper con estereotipos y personajes de negros en la industria cinematográfica, apareciendo como personajes positivos, héroes, etc. Un género que iba dirigido a unas audiencias que iban a ganar autoestima y autoreconocimiento a través también de la industria cultural, y casi ninguna tan importante como la cinematográfica. La estética de la Blaxploitation también será muy identificable, es imposible no ver esos carteles tan explícitos. También es un cine muy urbano, muy localizable en barrios que eran auténticos guetos en las grandes ciudades de Estados Unidos, con problemáticas vinculadas a las drogas, la delincuencia, etc., que contribuían a aumentar los estereotipos y prejuicios sobre este colectivo. De esta forma, las películas de la Blaxploitation iban más allá, y consiguieron trascender del público objetivo. Seguramente, no muchas de ellas hayan pasado el filtro del tiempo, pero su influencia está ahí. Y, por encima de ello, sus bandas sonoras que iban a marcar un canon, hasta el punto de desarrollar un género también, una música que superaba el Soul de los sesenta, que incorporaba sonidos más Funk y también más jazzísticos y progresivos. Allí aparecen el protagonista de este artículo, Isaac Hayes, pero también Curtis Mayfield, Bobby Womack, o artistas como James Brown y Marvin Gaye que hicieron su incursión en ese género.
Pero, sin duda alguna es Isaac Hayes el que ha quedado identificado como el canónico de la música de la Blaxploitation por la banda sonora de Shatf que ha cumplido cinco décadas. La película, dirigida por Gordon Parks y protagonizada por Richard Roundtree, se centra en la búsqueda de John Shatf, el detective protagonista, que se lanza por Harlem y otros barrios controlados por la mafia italiana para localizar a una mujer que puede testificar contra el hijo de un empresario blanco, el cual había matado a un hombre negro. Hayes, vinculado al mítico sello Stax, colaboró incluso con Otis Redding entre otros muchos, realizó una banda sonora que es mítica. Son quince canciones que acompañan las imágenes de la película, únicamente tres son cantadas, y todo el mundo recordará el «Theme from Shaft», ese comienzo tan intenso y tan maravilloso con el bajo Funk, el sonido «wah-wah» de la guitarra, las cuerdas, la flauta y los vientos crecientes, mientras que Hayes canta, frasea casi, con su enorme voz grave y con esos coros femeninos que suponen el contrapunto perfecto. El resto de la banda sonora es una delicia que combina sonidos Funk, Soul, Jazz y ritmos progresivos que demuestran el virtuosismo de unos músicos que crean un sonido ambiental imbatible. También está ese punto orquestal imprescindible. Destacan «Be Yourself», sin duda alguna una de las canciones con más Soul; la intensa y emocional «Soulsville» en la que Hayes vuelve a cantar; los vientos, especialmente el saxofón, y la flauta de «No Name Bar», otra canción que demuestra las estructuras del sonido de la Blaxploitation; o los casi veinte minutos de «Do Your Thing», en la que ya mezclan todas las influencias de forma expansiva con inclusión de percusiones latinas.
Por la canción que encabeza la banda sonora, Isaac Hayes ganó el Óscar a la mejor canción en 1972, constituyendo el hito de ser el primer afroamericano que lo conseguía en una categoría no interpretativa, todo un indicador. La carrera de Hayes también se vincularía a este género y luego tendría un momento de gloria haciendo de Chef en la irreverente serie de South Park. Hayes fallecería en 2008 y su legado estará asociado a este sonido y banda sonora. Con los años, la Blaxploitation tendría a uno de sus defensores más destacados en Quentin Tarantino, cuyo homenaje en la siempre maravillosa (¿la mejor película de Tarantino?) Jackie Brown (1997) es explícito, recuperando a Pam Grier, actriz de los setenta de dicho género. Incluso, en 2000 John Singleton realizó una adaptación y actualización de Shatf con Samuel L. Jackson como protagonista. Pero, ahí queda el sonido penetrante de un Isaac Hayes desatado.