En 2012, el grupo valenciano La Habitación Roja publicaba «Fue eléctrico», un trabajo que les reportó un reconocimiento sin precedentes en su larga carrera. Situados en esa extraña categoría llamada «indie español», y contando entre sus credenciales con el apoyo de la crítica y haber grabado con Steve Albini, La Habitación Roja siempre parecía estar a punto de dar el salto a la primera línea de esa etiqueta. Con «Fue eléctrico» lo consiguieron, un disco sobresaliente, muy duro en sus letras, con grandes canciones. La continuación llega con «La moneda en el aire», un trabajo que se sitúa un peldaño por debajo de «Fue eléctrico» y su predecesor, «Universal» (2010).
«La moneda al aire» crece con las escuchas y, a lo largo del mismo, de nuevo las letras de Jorge Martí van ganando consistencia. Martí profundiza en determinadas temáticas que abordaba en trabajos anteriores, como el amor y el desamor, las relaciones de pareja, las rupturas, la melancolía, las esperanzas o el mirar hacia atrás, pero también gana en optimismo y vitalidad, así como en una mirada a la actualidad, ya presente en sus otros discos. Como compositor y letrista, Martí debería tener un mayor reconocimiento del que posee en la actualidad. También aparecen elementos electrónicos, que en algunos casos convencen menos, así como una mayor producción, aunque sin perder sus señas de identidad basadas en esas potentes guitarras.
Comienza el disco con «La moneda en el aire», un tema melancólico, de guitarras, pero ya con un toque sutil electrónico, y con una letra acertada de Martí. En «De cine» ahondan en la parte más electrónica y con «Tanto por hacer» alcanzan una de las mejores canciones del disco, con una gran letra. «Si tú te vas» es un baladón tremendo, con buena producción. También hay que destacar la más acelerada «No quiero ser como tú», donde destaca la combinación entre guitarras acústicas y eléctricas.
«La casa del silencio» escora de nueva hacia la electrónica, pero te gana con una acertadísima letra sobre el momento que estamos viviendo como sociedad. «Donde no exista el miedo» sigue el patrón habitual de La Habitación Roja y «Quedas tú» es un medio tiempo correcto. «Carlos y Esther» es la canción que más nos gusta de todo el disco, una letra también sobre la actualidad con una base de pop épico, que no te deja indiferente. Termina el disco con la más guitarrera «En busca del tiempo perdido» y con la intimista y acústica «A dos metros bajo tierra».
La Habitación Roja demuestran con su nuevo disco que siguen en forma y que avanzan hacia nuevos horizontes, algunos nos convencen más y otros menos, pero de lo que no cabe duda es que son una de las bandas más importantes de la escena musical española. Ah, y atentos a las letras, que siguen atrapándonos.