Y llegó el segundo disco en solitario del señor Jack White, tras el destacado «Blunderbuss» (2012). Y sí, Jack White ha superado las expectativas, que ya estaban en niveles muy elevados. Protagonista de una dilatada carrera, en las próximas semanas la analizamos, White tenía un reto muy complicado pero que ha solventado como sólo él sabe: arrasando. Porque «Lazaretto» va a competir por el título de disco del año y porque «Lazaretto» supera a su predecesor. Si «Blunderbuss» era más homogéneo en su composición, en «Lazaretto» ha apostado por todas sus caras y facetas, por todos los estilos en los que ha destacado, ya sea como White en solitario, como The White Stripes, como los añorados The Raconteurs, como los oscuros The Dead Weather. Y más, porque todo eso es Jack White, y se lo agradecemos.
Enfurruñado, tras un proceso de divorcio largo y dramático, cabreado con parte del público que no entendió su última gira y que se dedicaba a hacer fotos con los móviles, enfrentado a The Black Keys, y creemos que sin dormir más de dos horas al día, al sacar adelante su compañía Third Man Records, producir a Neil Young, etc., White se puso a trabajar en «Lazaretto». Ya desde la imagen de la portada y del libreto, Jack White transmite una imagen oscura, entre decadente y barroca, con ese inmaculado traje que contrasta todavía más con su palidez casi vampírica.
Musicalmente, «Lazaretto» es muy bueno, con un comienzo a gran altura, que se inica con la soberbia «Three Women», inspirada en el «Three Women Blues» de Blind Willie Mc Tell, un blues modernizado que te enchufa al disco. En «Lazaretto» se sitúa en un sobresaliente eclectismo, rapeando más que cantando (atentos al «como en madera y yeso»), con una furia desbordante. «Temporary Ground» es una magnífica pieza más folk, con pedal steel incluido, más cercana a The Raconteurs. Y pasa a la oscuridad con «Would You Fight For My Love?», una compleja canción con percursiones y coros que casi dan miedo. La instrumental «High Ball Stepper» está entre lo mejorcito del disco, también en la línea de la anterior, donde se combinan las guitarras marca de la casa, demostrando su virtuosismo una vez más, con un violín hiriente.
En la segunda parte del disco, que sigue en un gran nivel, aparecen la más rockera «Just One Drink» y la vuelta al estilo propio de The Raconteurs «Alone In My Home», dos grandes canciones que nos llevan a la country «Entitlement», con un fuerte protagonismo del pedal steel. En «That Black Bat Licorice» el retorno es la oscuridad, una canción que desciende levemente el nivel del disco, y que también es compleja. Para finalizar, «I Think I Found The Culprit», un temazo rockero que nos muestra la vitalidad de White, y la pausada y desnuda, se acompaña sólo del piano y la guitarra acústica, «Want And Able», un tema menor dentro de un gran disco.
Jack White ha conseguido hacerlo otra vez, nos ha dejado impactados con un trabajo de gran categoría. Ya estaba en la primera línea del rock, pero con este disco se asienta de forma sobresaliente. Juega con sus cartas y añade otras nuevas, escribiendo unas letras de oro en nuestra música favorita. Habrá artículo sobre Jack White en losrestosdelconcierto.com muy pronto, mientras tanto, a disfrutar de «Lazaretto» de Mr. Jack White.