Se anuncia estos días la inmediata reedición de uno de los discos más importantes del rock en español: «Sin Documentos» de Los Rodríguez. Esta nueva edición traerá consigo directos, algún tema inédito y un libreto imprescindible. Por lo tanto, es hora de recordar uno de esos discos que nos marcaron y que hemos escuchado sin parar durante más de veinte años. Y es que, en 2014, «Sin Documentos» puede parecernos algo que forma parte del universo simbólico del rock español, pero los comienzos para Los Rodríguez no fueron nada fáciles. Ariel Rot y Julián Infante habían tocado el techo a finales de los 70 con Tequila pero, tras su disolución, los 80 se les habían atragantado. En 1990, Infante junto al batería Germán Vilella, con el que ya había coincidido en otra banda, llama a Rot, que incorpora a un desconocido entonces en España Andrés Calamaro, que en Argentina ya contaba con su reputación, especialmente en Los Abuelos de la Nada. También reclutan al guitarrista Guillermo Martín (Desperados, Loquillo & Trogloditas, y fallecido en 2006), para hacerse cargo del bajo.
Con una base rockera muy potente, y con nuevas influencias más «autóctonas», Los Rodríguez publican en 1991 el desapercibido «Buena Suerte», perjudicado por problemas de la discográfica. Allí estaban las bases de Los Rodríguez y temas tremendos como «A los Ojos», «Engánchate Conmigo», «Mi Enfermedad», «Canal 69», «Buena Suerte», etc. En 1992 aparece el disco en directo «Disco Pirata», que también está desaparecido. Sin embargo, Los Rodríguez siguen siendo muy minoritarios y su repercusión es mínima.
Estamos en 1993, Los Rodríguez han fichado por Gasa (Warner), y Daniel Zamora ha sustituido a Guillermo Martín al bajo. Hay que ponerse en circunstancias, en 1993 los grandes grupos de rock o pop españoles están o bien ya separados (Radio Futura) o dando sus últimos coletazos (Héroes del Silencio, El Último de la Fila), y todavía no ha llegado una nueva hornada ni los primeros retazos del indie. Queda también poco para la popularización del flamenco-pop y sus derivados (Ketama, Raimundo Amador), de los que Kiko Veneno ha dado un suculento avance con el colosal «Échate un Cantecito» (1992). Es el año en el que aparece «Sin Documentos», que contará con el afamado productor Nigel Walker, y ya nada volverá a ser igual.
El primer single elegido es un tema de Calamaro, el ya celebérrimo «Sin Documentos», un tema sorprendente y adictivo, con sus teclados y sus guitarras, y ese ritmo que entronca el rock con otras latitudes. La canción se convierte en un hit, tanto en España como especialmente en Argentina. Los Rodríguez cultivan además una imagen que les sitúa en el lado más canalla, junto con otros elementos como la afición taurina de Calamaro. Pero el disco «Sin Documentos» tendría un grandísimo recorrido gracias a la calidad de sus composiciones, un trabajo rockero que no tenía ningún desperdicio. Había temas muy potentes como «Pequeño Salto Mortal», «Na, Na, Na», «Mi Rock Perdido», «Mala Suerte», «Algo Se Está Rompiendo» o «Dulce Condena»; medios tiempos destacadísimos como fueron «Hasta Que El Sueño Venga», «Especies Que Desaparecen» o «Me Estás Atrapando Otra Vez», mi canción favorita de todo el disco»; y una balada como «7 Segundos» y la arrabalera «Salud (Dinero y Amor)». Calamaro firmó prácticamente todas las canciones del disco, participanto Rot en algunas de ellas, y quedando Rot en exclusiva en «Na, Na, Na», que también la cantó, y con Infante en «Me Estás Atrapando Otra Vez».
1994 consolidó a Los Rodríguez, que no dejaban de girar. Y en la primavera de 1995 llegó «Palabras Más, Palabras Menos», otro disco sobresaliente con temas que también se consolidaron en el imaginario colectivo como «Para No Olvidar», «Milonga del Marinero y el Capitán», «Mucho Mejor», «Aquí No Podemos Hacerlo», etc. Igualmente, iniciaron una gira con Joaquín Sabina, otro golpe de efecto. Sin embargo, al grupo le quedaba muy poco tiempo como tal. Su ruptura fue traumática por la tensión entre Calamaro y Rot. Su despedida llegó con el recopilatorio de 1996 «Hasta Luego», un éxito de ventas. Fue el triste final de una grandísima banda, que todavía tendría que sufrir los fallecimientos de Julián Infante (2000) y Daniel Zamora (2007).
En 1997, Andrés Calamaro retomaría su carrera en solitario con el magnífico «Alta Suciedad», y se convertiría para siempre en un icono. Ariel Rot también haría lo mismo ese mismo año con «Hablando Solo». En 2006 se unieron de nuevo para recordar sus viejos temas. Los Rodríguez son un grupo que siempre debe ser reivindicado y que influyó decisivamente en las generaciones posteriores. Nos dejaron poco más de cuarenta canciones, muchas de ellas clásicos del rock en español, y fueron una de las bandas que mejor representaron ciertos valores rockeros. Así que brindemos por Los Rodríguez y no dejemos de escucharlos.