Spiritualized nunca fue considerada una banda fundamental del Brit-Pop pese a coincidir en el tiempo, y quizás por ello le ha sobrevivido; por ello y por la tenacidad de su líder Jason Pierce que, disco tras disco, se ha ido apropiando de un sonido sustentado en unas referencias sólidas de las que no se aparta desde que el éxito de «Ladies & Gentleman We are floating in space» confirmara lo acertado de su apuesta.
Sonidos eléctricos de psicodelia, rock y folk aderezados con orquestaciones clásicas y grandes coros siguen protagonizando las canciones de este trabajo marcado, de nuevo, por la enfermedad, las medicinas y los hospitales que tan bien conoce el bueno de Jason Pierce. Su voz quejumbrosa vuelve a ser acompañada por destacadas instrumentaciones en Little girl o Too late y recupera las guitarras y los pianos para el rock & roll en temas como Heading for the top now o I am what I am o el que podría haber sido su single más radiado, Hey Jane, si no fuera por su excesiva duración de más de diez minutos.
Estas nuevas canciones deberían resonar a quien conozca la trayectoria de Spiritualized, deberían despertarle una vez más la sensación de que las ha oído antes, pero eso ni importa ni sorprende; son las canciones que cabía esperar. Enraizado en la tradición anglosajona y el rock más clásico, Jason Pierce ha vuelto a producir un puñado de buenas canciones con los mismos materiales con los que hace veinte años inició su carrera y que, lejos de agotarse, vuelven a demostrar la cuerda que les queda.