Al escuchar los discos de Brendan Benson uno se da cuenta de hasta qué punto es relevante su impronta en la música de The Raconteurs, y no solo por su voz. Si no hubiera sido por esa banda posiblemente hoy no estaría escribiendo esto, pero también es mucho lo que Benson les aportó (y quién sabe si les seguirá aportando) a la sombra del gran Jack White.
Su carrera en solitario, iniciada ya en 1996, también ha sido más que destacable. Sus producciones tienen en común una energía que impregna incluso los temas más pausados, energía que se ve contenida en este quinto trabajo con composiciones algo más reposadas de lo que nos tenía acostumbrados en lo que parece una natural aceptación de la madurez. Sin perder su vitalidad y optimismo característicos la sensación es que este What kind of world es menos acelerado y más clásico que sus trabajos anteriores. Canciones como su primer single, la bellísima Bad for me, o el tema que da nombre al disco serían difíciles de encajar en sus trabajos anteriores, pero no hay duda de que portan un sello propio, fruto del uso de selectas referencias de distintos géneros, sobre todo de clásicos del pop y del rock.
El resultado son estas doce canciones, producidas con limpieza por el propio Benson, que sin duda contribuyen a acrecentar su prestigio y confirman que estamos ante uno de los más aventajados compositores pop de la actualidad al que el éxito le ha sido injustamente esquivo, o quizás el esquivo haya sido el propio Benson.