Después de varios discos en solitario firmados con su nombre real y tras una experiencia de cuatro años como baterista de los Fleet Foxes, finalmente fue en 2012 cuando Josh Tillman obtuvo un mayor reconocimiento al presentar su primer trabajo como Father John Misty. Desatado y colorista, en Fear Fun reinventaba su música, sin abandonar el folk, pero tiñéndolo de psicodelia y pop hasta conformar un innovador sonido cálido y mestizo. Visto el resultado era obvio que el talento de Tillman permanecía constreñido no solo por su sorprendente capacidad compositiva sino también por sus cualidades como vocalista e intérprete.
Ya en 2012 contó con la aportacion de Jonathan Wilson en la producción, así como en este I Love You, Honeybear que vuelven a producir juntos en la cuidada línea marcada en su trabajo anterior. El resultado es similar si bien en este segundo trabajo las canciones pueden resultar menos inmediatas, pero la impresión va aumentando tras sucesivas escuchas hasta alcanzar importantes cotas de emotividad.
La primera canción, que da nombre al disco, es una preciosa combinación de country y pop de cámara que habla de amor y de lucha. Las primeras letras surrealistas aparecen en Chateau Lobby#4, que de inicio suena más acústica hasta que se le añaden vientos mariachis y cuerdas. True Affection suena a experimento electrónico y contiene unos brillantes coros. Corren aires soul por The Night Josh Tillman Came To Our Apt. y When You´re Smiling and Astride Me, esta última más lenta y sencilla pero con marcado sonido negro. Regresa por los alrededores del country en Nothing Good Ever Happens At The Goddamn Thirsty Crow con añadidos de piano, clarinete y cuerdas antes de las destacadas guitarras finales. Las percusiones toman el mando en Strange Encounter junto a los inevitables juegos de voces y la conjunción intrumental del final antes de la pieza menos melódica del disco en la rockera The Ideal Husband. Le siguen las dos canciones con mayor contenido crítico; baja las revoluciones con el piano y una hermosa sección de cuerda en Bored In The USA y crece sobre el piano y las cuerdas la preciosa Holy Shit hasta su hermosa eclosión final. El cierre lo pone con calma y sencillez I Went To The Store One Day con la guitarra, el piano y la omnipresente sección de cuerda.
En la línea de nuevas sensibilidades como John Grant o Bon Iver pero con un más evidente apego a los sonidos tradicionales, Tillman entrega una obra emotiva y fresca que no necesita demasiado para seducir sin remedio; la belleza de unos arreglos clásicos, una voz cálida y nítida, unas letras variadas y originales, llenas de ironía y surrealismo aunque no ajenas a la realidad, o unas melodías que emocionan sin excesos. Excelente este I Love You, Honeybear que, junto a su anterior disco como Father John Misty, viene a consolidar la nueva dirección en la carrera de un Joshua Tillman que empieza a cosechar un éxito más que merecido.