Biribay Jazz Club, Logroño (La Rioja), 27 de marzo de 2015
Nueva cita con Arizona Baby, y sus diversas variaciones, en los últimos años en La Rioja, y una vez más salimos muy contentos con la propuesta de Vielba, Marrón y Aragón. Si la primera vez que conocimos a los vallisoletanos fue en aquel lejano Actual de enero de 2010, como se encargó de recordar Javier Vielba al inicio de su concierto en el Biribay, las siguientes ocasiones llegaron con Los Coronas en diciembre de ese mismo año; en Actual 2012 como Corizonas en una de las noches más electrizantes que yo recuerde, cuando actuaron junto a Sharon Jones & The Dap Kings; y todavía habría otra ocasión como Corizonas en diciembre de 2012, cerrando su larga gira conjunta en el que presentaron su sobresaliente disco The News Today (2011). Y a Actual 2015 llegó Javier Vielba con su proyecto en solitario El Meister. Llegaban Arizona Baby con su notable disco de 2014 Secret Fires, un trabajo que les ha mantenido fieles a sus raíces e influencias pero en los que se han diversificado, diferenciándose de la crudeza de Second to None (2010). No hay duda que Arizona Baby son uno de los grupos más originales de la escena nacional, y que se han ganado una bien merecida reputación, con una base fiel de seguidores. En el caso del concierto logroñés, llamó la atención el que se colgase el «Sold Out», algo más que complicado en nuestra región, con buena parte de público entregado.
Con su puesta en escena sobria y acústica, pero contundente como pocas, Javier Vielba demostró que es un frontman de primer nivel de nuevo, un hombre con una energía contagiosa que te lleva por todo el concierto y que no desfallece. A su lado, Rubén Marrón demuestra un virtuosismo de alto voltaje a la guitarra. El núcleo duro de Arizona Baby muestra dos caras tan distintas y tan complementarias que no deja de llamar la atención. Y fueron acompañados por el solvente Guillermo Aragón a la batería y la percusión. El concierto fue un no parar, en el que Arizona Baby desgranaron los temas de Secret Fires, con poco espacio para el resto de canciones de su discografía, aunque ahí se colaron, entre otras, ‘The Truth’ y la imprescindible ‘Shiralee’, esta última en los bises, con la gente entregada ya, así como su versión en castellano de ‘Sixteen Tons’, ’16 toneladas’.
En cuanto a las canciones de Secret Fires, todas funcionaron perfectamente, aunque puede que quedasen más en un segundo plano las más pausadas, como ‘Don’t Look Back (on Yesterday)’ o ‘Word After Word’. Ganaron muchos enteros temas muy redondos como son la magnífica ‘Wooden Nickles’, la que nos remite a sus anteriores trabajos ‘Owners of the World’, la más ecléctica ‘Time to Go’ o ‘It Helps if You Sing’. Mención aparte merece la interpretación en los bises de la tremenda ‘Real Lies’, que abre este disco, brutal.
Pocos peros se les puede poner a Arizona Baby en su concierto del Biribay, salvo que se nos hizo corto, poco más de hora y media. El resto, soberbio, y la gente lo disfrutó.