Llega septiembre y comienza una nueva temporada en casi todos los órdenes de la vida. Y la música no podía ser una excepción. Pero, desde hace unos años, estos inicios en casi todos los órdenes de la vida no son los que eran. Y en la música tampoco. Estos días aparecen artículos con las novedades para las próximas semanas, lanzamientos que estarán destinados a ocupar portadas, o simplemente a contentar a las cada vez más reducidas bases de seguidores. En un mundo tan fragmentado como el de la música actual, el inicio de esta temporada se parece mucho al decepcionante año que llevamos.
Y es cierto. De todas las novedades que llevamos este año, el disco que más nos ha gustado de los que hemos escuchado es el ya comentado de Alabama Shakes, «Boys & Girls». El otoño no parece ofrecer nada que pueda levantar el panorama. En revistas, periódicos y páginas web se habla mucho de The XX, joven grupo británico que publican «Coexist», muy británicos ellos y muy tristes, pero no parece que vayan a pasar del hipster. En esa misma división se encuadran otros grupos, también británicos, como Two Door Cinema Club y gente aún más inclasificable como Spector o Toy. Otros que también presentan nuevo disco son Mumford & Sons, aunque estos van de un palo muy diferente a todos los anteriores, y aunque nos gustan, nos queda cierto regusto a impostura. Sin embargo, esperamos con ilusión «Babel» tras el recomendable «Sigh no more» (2009).
El rock americano parece en estado de hibernación. Pocas novedades a la vista y posiblemente sea uno de nuestros grupos favoritos, Band Of Horses, el más destacado, con «Mirage rock». Tienen el listón muy alto con el imprescindible «Infinite arms» (2010) y, bueno, el single de adelanto «Knock Knock» no está a la altura de «Laredo», pero creemos en Ben Bridwell y los suyos.
También hay que destacar el nuevo disco de Calexico, «Algiers», que llega tras varios años de silencio. Calexico es el típico grupo que aparece siempre en «lo mejor del año», pero están muy alejados del mainstream. Su música fronteriza y melancólica no parece muy adecuada para esos tiempos, o sí. En otro extremo, y muy vendedores ellos, aparecen Muse y The Killers. Muse están abocados al más difícil todavía y a la megalomanía extrema. «The 2nd law» no ha sido recibido muy entusiastamente, pero creemos que es un grupo que tiene un discurso propio y que no siguen modas. Aquí no es que seamos muy fans de Muse, pero les tenemos bastante respeto. En cuanto a The Killers, llega su cuarto disco «Battle born». Si Muse tiene una idea, The Killers creemos que no, y nunca perdonaremos a nuestro idolatrado Pep Guardiola el haber elegido «Human» como himno de su segunda temporada, una canción insufrible.
Curioso lo de Green Day que, en el más difícil todavía, lanzan ¡tres discos! en el intervalo de unos meses. Algún día tendremos que hablar de Green Day. Y, para finalizar, tres grandes y ancianos artistas siguen en la brecha, y menos mal, pero con sus matices. En primer lugar Bob Dylan. El bueno de Bob publica «Tempest» y la crítica lo saluda como su mejor obra en diez años. Más allá de lo promocional, su primer single, «Duquesne whistle» suena muy bien con su voz rota y el vídeo de Robert Hunter merece la pena.
Más dudas nos merece el nuevo disco de Van Morrison, «Born to sing: no Plan B». El «León de Belfast» lleva más de una década con el piloto automático, sacando discos medianos o directamente malos, considerando su último disco notable «Back on top» (1999), y no incluimos el maravilloso directo del «Astral Week» publicado en 2009. Van Morrison es uno de nuestros artistas favoritos, autor de discos y canciones inmortales, pero hace tiempo que parece que pasó su hora.
Y, como no, The Rolling Stones. Tras unos años divertidos, con la biografía de Keith Richards, el lamentable grupo de Mick Jagger Super Heavy, las pullas entre los dos, etc., etc., hace unas semanas se decía que estaban ensayando, que estaban componiendo, que iban a publicar un disco nuevo, que había gira, que si el 50 aniversario…pues sí y no, un nuevo recopilatorio «Grrr!» con dos canciones nuevas. Y uno ya tiene muchos discos de los Stones, entre los oficiales, los directos, los recopilatorios, etc. Y te ofrecen ¡cinco formatos!, y para cuando te quieres dar cuenta, ya te habrán robado la cartera. Pero los queremos.
¿Y lo demás?, pues nada nuevo, que seguimos asistiendo al imparable ascenso y dominio de la Electronic Dance Music (EDM) y su apoderamiento del pop. Liderados por el inefable David Guetta y seguido por Tiësto, Swedish House Mafia o Steve Aoki, parece que nos acercamos al reino definitivo de Lady Gaga, Rhianna o gente como LMFAO, unos tipos que te pueden quitar el sueño durante varios días y cuyo vídeo «Party Rock Anthem» es premonitorio.
En el horizonte suenan noticias de nuevos discos de Arcade Fire, Franz Ferdinand, Pearl Jam o Nick Cave & The Bad Seeds, necesarios para combatir esta invasión zombie que representa la EDM y compañía.