Como nos suele ocurrir, algunas bandas y artistas se nos van quedando en el tintero hasta que un día toca. Es el caso de L.A., el proyecto liderado por el mallorquín Lluis Albert Segura, que lleva más de una década de funcionamiento y que alcanza con From the City to the Ocean Side su cuarta entrega. Teníamos ganas de L.A. tras las buenas críticas recibidas por el anterior Dualize (2013). La imagen que teníamos de la banda mallorquina era de un grupo vinculado a los sonidos norteamericanos, con un buen gusto por las melodías. En su nuevo trabajo, L.A. dan un cierto giro que nos lleva a un trabajo más ecléctico, donde tiene un grandísimo peso el productor Matt Wignall, como ha señalado en diversas entrevistas Segura. El disco fue grabado en su estudio de Long Beach (Los Ángeles) y rezuma en parte una luminosidad californiana. Sin embargo, en esa diversidad en ocasiones el disco se pierde, aunque también alcanza puntos muy elevados, siempre destacando la voz de Segura.
El inicio, ‘Living by the Ocean’, tiene un punto electrónico, con esas bases del principio, que no acaban de convencer, aunque luego llega ‘Secrets Undone’, un tema más clásico con esas guitarras acústicas y una melodía muy atractiva, especialmente en la parte del estribillo. También es interesante ‘Love Comes Around’, más acelerada y urgente, que da paso al mejor tema del disco, ‘Higher Place’, una canción en la que Segura utiliza el falsete y que tiene el contrapunto del saxofón de su final, al servicio de una melodía muy conseguida. En ‘In America’ da un giro de nuevo, un tema también con un punto de sobreproducción, que se queda en tierra de nadie.
‘Ordinary Lies’ es una canción casi acústica, que parece capturar el momento, mientras que en ‘In Gold’ apuesta por un tono más épico, que consigue arrancar a media canción. El final del disco cuenta con dos de los mejores temas de From the City to the Ocean Side, por un lado ‘Steal my Rivals’, una canción muy notable, con un punto acústico que le da un toque muy interesante, y en el que demuestra esa capacidad para trabajar las melodías; y el final llega con ‘Wonderful’, donde también tira de falsete, una canción que va entrando con las escuchas, un medio tiempo de lo más destacado del disco.
Posiblemente podíamos esperar otra cosa de L.A., sonidos más compactos, pero no cabe duda que es una propuesta arriesgada la de su cuarto disco, y que cuenta con canciones que puede defender tanto con banda como en acústico en solitario como está haciendo en la actualidad. L.A. es una banda a seguir, y nosotros ya la sumamos a esa lista, recuperando el terreno perdido, gracias a temas como ‘Secrets Undone’: