La debilidad y admiración que sentimos por el amigo Neil Young es tan grande que olvidamos pronto discos tan flojos, por no decir otra cosa, como el reciente Storytone (2014), que no es el primero. Escribimos frecuentemente sobre Neil, de sus libros, sus memorias (ojo, en unas semanas la segunda parte de las mismas en castellano en Malpaso), su demoledora biografía…etc. Y Neil no para, y ahora publica un nuevo disco, esta vez con Promise of the Real, el grupo de Lukas Nelson, hijo de su gran amigo Willie Nelson, y en el que también participa su hermano Micah. El carácter volcánico y ‘aquí te pillo, aquí te mato’ de Neil hace que aborde proyecto tan proyecto, con esa dispersión tan característica, y dando la impresión en no pocas ocasiones de dejar muchas cosas a medias, cuando se le ocurre otra idea, a por ella. The Monsanto Years es un disco conceptual, en la línea del notable Living With War (2006), un disco urgente y grabado en muy poco tiempo fruto de la reacción de Young ante las consecuencias de la invasión de Irak y de la política exterior de Estados Unidos en la era del segundo Bush. Aquel disco se benefició de esa urgencia que decíamos, de una espontaneidad, un disco emotivo y emocionante. Puede que la idea de The Monsanto Years vaya en esa línea, pero no está a la altura, carece de la épica de Living With War, puede que de forma calculada. En este disco, Young arremete contra la multinacional Monsanto, una compañía que utiliza transgénicos, y ya sabemos que todo el tema medioambiental está en muy presente en el universo simbólico de Neil. También hay algún estacazo para Starbucks, en unas letras que transitan entre la denuncia y las imágenes que suele evocar Young. El peso de Promise of the Real le otorga una cierta potencia, aunque en ocasiones nos recuerda a los discos que suele facturar con Crazy Horse.
El disco cuenta con temas que parten de esa estructura característica de Young, canciones largas, con riffs que se extienden, y también hay un cierto uso de los coros en los estribillos, aunque no en el sentido de Living With War, donde fue una de sus señas de identidad. Uno de las principales debilidades del disco es que puede sonar muy lineal, y eso que el comienzo promete con ‘A New Day For Love’, canción que asciende y en la que Young incluso frasea, otra de las características del disco. Pero luego llega la aburrida ‘Wolf Moon’, donde tira de un inicio con armónica, aunque retoma la furia con ‘Peope Want to Hear About Love’, con un comienzo contundente y guitarrero, aunque la letra…’Big Box’ sigue el esquema anterior, no llega a su altura y ataca a las grandes corporaciones, recordando también épocas pasadas, un tema que supera los ocho minutos. Y llega otra canción que se le queda a medio camino como es ‘A Rock Star Bucks a Coffe Shop’, en este caso los dardos van para Monsanto y Starbucks, y aunque comienza bien, con un tono irónico, luego se dispersa, aunque los coros no le quedan mal.
También a medias, aunque su letra es interesante, es ‘Workin’ Man’, donde Young se alinea una vez más con el granjero medio estadounidense. Contundente es el inicio de ‘Rules of Chance’ pero pierde fuelle. El final es marca de la casa Young, primero con la épica y dotada de una cierto carácter de himno ‘Monsanto Years’, casi ocho minutos de guitarras pesadas, en el buen sentido, con estrofas como ‘Every year he buys those patented seeds, Poison ready, They’re the corporation needs, Monsanto, Monsanto’, siendo uno de los temas más destacados del disco. Y finaliza con la más lenta, pero también con su toque, ‘If I Don’t Know’, una elegía sobre la Naturaleza y la Tierra.
The Monsanto Years está muy lejos de ser una obra maestra, incluso no es un disco notable, pero es aceptable, superando como decíamos el aburrimiento de Storytone. Young viene otra vez muy combativo pero segur que, para él, esta nueva aventura es pasado y anda ya embarcado en numerosos proyectos…en breve seguro que vemos alguno, se lo puede permitir.