«Handwritten» es el cuarto disco de la banda norteamericana The Gaslight Anthem, una de las promesas escondidas del rock de Estados Unidos, y conocida por ser apadrinada por Bruce Springsteen, con los que ha compartido escenario en numerosas ocasiones. Otro fan confeso de la banda es el escritor británico Nick Hornby, sobre cuya vinculación con la música no tenemos ninguna duda y que admiramos por libros como «Alta Fidelidad», y que les dedica un apasionado texto en el libreto que acompaña al CD. Y, por si esto fuera poco, el disco lo produce Brendan O’Brien, cuyo trabajo ha alcanzado el reconocimiento a través de discos de Pearl Jam, Soundgarden, Audioslave y el propio Springsteen, entre otros muchos.
Por lo tanto, nos encontramos con unas expectativas elevadas y se cumplen. «Handwritten» es un muy buen disco de rock americano, muy épico, con muchas luces y algunas sombras. Y con una voz que destaca como la de Brian Fallon. El comienzo del disco es arrollador, con cuatro espectaculares temas: «45», las colosales y que justifican todo el álbum «Handwritten» y «Here comes my man», y «Mulholland drive». Una elevada potencia, con la voz de Fallon sobresaliendo, que no desciende en la más lenta «Keepsake».
Pero con «Too much blood» llegamos a la sombra fundamental de The Gaslight Anthem. Y es que en las canciones más reposadas y medios tiempos se resiente el elevado nivel anterior. Con «Howl» vuelven al rock enérgico, pero «Biloxi Parish» es un bajón. La montaña rusa vuelve con la más rápida, y coreable, «Desire» que podría encajar perfectamente entre las cuatro primeras del disco. El final deja peor sabor de boca, ya que «Mae» y, especialmente, «National Anthem», están entre lo más flojo del disco.
A pesar de estas sombras, y una cierta reiteración, el disco se escucha con pasión, hay muchas guitarras de fondo, y The Gaslight Anthem son una banda a seguir. El rock americano siempre tiene una potente cantera que ayuda a mantener la ilusión en esta clase de música, en todas sus vertientes. Un pequeño consejo a The Gaslight Anthem, que seguro que no van a leer: cuidado con el «beso» de Springsteen, que alguien busque a los reivindicables Marah, que hace muchos años que no sabemos nada de ellos.
Os dejamos con la mejor canción del disco, a mi juicio, y su precioso vídeo, uno de los más cinematográficos que hemos visto en mucho tiempo: «Handwritten»