Amaral, un tema de debate en ocasiones con amigos y amigas que tienen similares o parecidas inquietudes musicales que las mías. La banda zaragozana llevan muchos años instalados en lo más alto del Pop-Rock nacional, y por motivos sobrados. Eva Amaral y Juan Aguirre han conquistado todo lo conquistable, han sido número uno, y sus lanzamientos son un acontecimiento. Hace ya cuatro discos que publican bajo su sello, Antartida, y han ido forjando una carrera sólida y con identidad propia, con esa voz que va ganando consistencia de Eva Amaral, con esas guitarras que no se acomodan de Juan Aguirre, y con canciones, especialmente con canciones. Si sus dos primeros discos parecen de otra vida, fue el tercero, el popularísimo Estrella de Mar (2002) el que les puso en el mapa por la puerta grande, con canciones que se hicieron tremendamente populares como ‘Sin tin no soy nada’, ‘Te necesit0’, ‘Moriría por vos’, etc. Lejos de confiarse, en Pájaros en la Cabeza (2005) apuntaban que iban a ir más allá, con temas como ‘El universo sobre mí’, ‘Revolución’ o ‘En el río’. Luego llegaría la apuesta de Gato Negro, Dragón Rojo (2008) y, bajo mi punto de vista, un punto de inflexión con el notable Hacia lo Salvaje (2011), con más matices políticos, pero con unas texturas más arriesgadas. Y ahora llega Nocturnal, tiempo esperado, en el que Amaral dan un nuevo paso y entregan un disco que no entra tan fácilmentea la primera pero que va ganando muchísimo con las escuchas, confirmando esa identidad propia. Volviendo al debate, hay gente que identifica a Amaral con esas canciones exitosas que han sonado a todas horas, con una banda mainstream, o incluso se les culpabiliza de vender mucho…en fin, lo que importa son las canciones y a por ellas vamos.
Nocturnal comienza a lo grande con ‘Llévame muy lejos’, una canción de corte épico, muy rockera y con una letra muy atractiva que ha generado muchas interpretaciones y que ellos han explicado en entrevistas; le sigue la más tranquila y acústica ‘Una veces se gana y otras se pierde’, una de esas canciones que van cogiendo fuerza con las escuchas que decíamos; y sigue con ‘Nocturnal’, una grandísima canción Pop, con unos bellos arreglos. Notable es ‘La ciudad maldita’, aunque no alcanza la altura de las anteriores, un tema que se basa en la parte central. Pero luego viene otra de las sopresas del disco, ‘Lo que nos mantiene unidos’, donde Amaral van más allá, incluso se diría que experimentan con otros sonidos de corte más electrónico, aunque sin dejar de lado la potencia de las guitarras, y otra de esas letras de amor-desamor tan adictivas. La primera parte del disco se cierra con ‘500 días’, que nos convence menos.
‘Cazador’ es otra de las canciones que sorprenden, y que en directo tiene que sonar impresionante, pura energía, y mantiene el nivel la fascinante ‘Nadie nos recordará, con una Eva cantando a gran altura. Más introspectiva al inicio es ‘La niebla’, que luego va cogiendo fuerza y es otro de esos temas que va ganando con las escuchas del disco. Interesante es la letra de la más acelerada ‘Laberintos’, en ‘Chatarra’ quieren volver a tirar un poco de esa épica del inicio pero no acaba de alcanzar ese resultado. Más oscura resulta ‘En el tiempo equivocado’ y se cierra el disco con ‘Noche de cuchillos’, un tema diferente, con un tono más optimista.
Nocturnal es uno de los mejores discos de Amaral, no me cabe duda, un disco que insistimos en que crece con las escuchas, con letras sobre las relaciones humanas, aunque han suscitado también otro tipo de interpretaciones derivadas de la situación política y social que se vive. Puede que, en ese sentido, haya pesado la canción ‘Ratonera’, con su impactante vídeo de políticos magullados y golpeados que publicaron en 2014. Igual a Nocturnal le sobra algún tema, pero el conjunto no se resiente. Esperemos que se pasen pronto por tierras riojanas.