Hamen, el segundo disco largo de Belako, era una de las novedades más esperadas de la escena ‘indie’ en este comienzo de 2016. Los de Munguía llevan una serie de años siendo la sensación de este ámbito y se han consolidado en festivales, como pudimos comprobar en su eléctrica actuación en el BBK Live del 2014. Belako son insultantemente jóvenes, en 2013 publicaron una joya como fue Eurie donde daban rienda suelta a sus influencias que iban desde el Punk y la New Wave hasta las diferentes paletas de la música alternativa, o de la forma que se quiera llamar. Allí sonaban los ecos de Joy Division, de The Clash, etc., a través de guitarras poderosas y de unas sección rítmica que no daba descanso. La voz de Cris Lizarraga destacaba poderosamente, desatando furia junto a Josu Billelabeita a la guitarra, Lore Billelabeita al bajo y Lander Zalakain a la batería. Había garra y fuerza en ‘Stop Contradictions’, en ‘Zaldai Baltza’, en la hipnótica ‘Sea of Confusion’, em ‘Vandalism’, etc., pero también espacio para la melodía en la bellísima ‘Molly and Pete’. En 2014 lanzaron dos EPs, Bele Beltzak, Baino Ez y AAAA!!!!, a la espera de su segundo trabajo que ya está aquí, y no han decepcionado. Belako se muestran más eclécticos, abriendo su sonido a otras apuestas que beben de la electrónica y con más peso de los teclados y programaciones, en ciertos momentos nos llegan a recordar incluso a Arcade Fire, aunque con su rabia intacta y con una fuerza que te desborda por momentos. Es un disco en el que en ocasiones cuesta entrar pero que tiene momentos muy destacados, también señalando algunos temas más melódicos que están entre lo más conseguido de su trabajo.
‘Fire Alarm’ da comienzo con las señas de identidad de la banda, con esa sección rítmica que va a marcar mucho, pero siendo un tema notable queda en un segundo plano para lo que está por llegar. Y es que con ‘Guk Emanez’, muy guitarrero y con ese fraseo del comienzo, piensas lo que puede ser esta canción en directo, uno de sus puntos fuertes sin duda. No te dan tregua con la muy urgente ‘Off Your Shoe’, virados hacia el lado más Punk y Garage si se quiere, con un final de altura. Y llega ‘Key’, donde se impone la melodía en un tema redondo, donde juegan con las bases electrónicas, tiene un riff de guitarra muy destacado, y es una de las canciones que se te clavan. Con ‘Nomad’ parecen querer regresar en su inicio a la dirección del comienzo del disco, especialmente con el sonido del bajo, pero no, siguen con la melodía y con esa voz que al principio suena lejana pero luego crece en intensidad y fuerza. Y cerrarían esta primera parte con otra canción sobresaliente, ‘Track Sei’, que les sirvió de presentación, siguiendo la tónica anterior, no dejando de lado esa vertiente más melódica.
La segunda parte del disco se resiente, en algunas ocasiones se hace larga, ‘Something to Adore’ es más ambiental, queda en un segundo plano y ‘Mum’ gana a medida que avanza la canción, destacando el juego de las dos voces. Más contundente es ‘Hegodun Baleak’, con esos riffs muy deudores de los ochenta, y ‘Crime’ es un preludio para lo que viene, cambiando de dirección con la bailable ‘Sinnerman’, versión tremenda del tema de Nina Simone. El final queda para ‘Monster (Arinau)’, canción más experimental y anecdótica.
Belako han conseguido no sólo no repetirse con Hamen sino ir varios pasos más allá. Su fuerza y estilo permanecen intactos y hay unos cuantos temas de nivel, y que en directo van a ser tremendos, por estas tierras estarán en el Fardelej arnedado a comienzos de julio, y seguro que serán la sensación de los festivales de verano. Yo no me los perdería.