La primera vez que vi a Los Flechazos en televisión fue a finales de los 80, no recuerdo el programa, pero de lo que sí me acuerdo es de otras cosas. La primera, la estética de esa banda, tan de los 60 y del peinado de su cantante y guitarrista, Alex Díez; la segunda, el sonido de los teclados a cargo de Elena Iglesias; y la tercera, y no menos importante, que eran presentados como una banda Mod (¿qué era ser Mod?) que venía de León. En fin, toda una anacronía en un periodo en el que la música Pop iba por otros derroteros. Pero Los Flechazos se hicieron con un hueco, eran conocidos y habían fichado por DRO, publicaron unos cuantos discos hasta 1996, los últimos ya fuera de DRO, e incluso algún recopilatorio. Paradójicamente, a medida que Los Flechazos iban distanciándose de las tendencias, los movimientos revitalistas también se hacían más fuertes. Sin embargo, en 1997 anunciaron su disolución. Alex Díez fundó más adelante el proyecto Cooper, donde mantenía en parte el sonido pero con una mayor tendencia hacia el Pop. En la primera década del siglo XXI, Cooper publicó también una serie de discos, bien valorados por la crítica, manteniendo esa elegancia tanto musical como estética. Con tres décadas de trayectoria, Alex Cooper publica un extenso recopilatorio donde integra en veinticuatro temas (dos inéditos) lo mejor de Los Flechazos y Cooper, obligatorio e imprescindible este Popcorner. 3o años viviendo en la Era Pop. Y es que seguramente no tengan ni Los Flechazos ni Cooper hits, puede que su canción más conocida sea ‘Suzette’ (1991), pero es de justicia reconocer la carrera de Alex Cooper y de sus dos formaciones.
Imbuidos de ese espíritu Pop y sesentero, Los Flechazos lanzaban canciones urgentes y rápidas, muchas de las cuales no llegaban a los tres minutos. Órgano de fondo, secciones de viento, estribillos, letras luminosas y efervescentes, referencias a ídolos como Martha and The Vandellas o Georgie Fame, temas que no desentonarían décadas atrás. Y maravillosas siguen sonando, uno no puede dejar de rendirse a canciones como ‘Callejear’ (1989), ‘Viviendo en la era Pop’ (1989), ‘En el Club’ (1989), la melancólica ‘La chica de Mel’ (1989), la ya mencionada ‘Suzette’, ‘Lo conseguí’ (1991), ‘A toda velocidad’ (1992), la más dura ‘En tu calle’ (1995) o el tema que cierra la etapa de Los Flechazos, el medio tiempo ‘Cansado’ (1996).
La etapa de Cooper aporta siete temas a este recopilatorio, temas que van entrando en una cierta madurez, más experimental si se quiere, hacia otros derroteros donde los vientos y los teclados quedan en un segundo plano, ganando más peso las guitarras y produciendo grandes canciones de Pop como ‘Buzo’ (2000), la fantástica (y una de mis favoritas, desde su publicación) y muy melancólica también ‘Cierra los ojos’ (2004), la dinámica y guitarrera ‘Rabia’ (2004), la interesante y retrospectiva ‘Hyde Park’ (2009), la más psicodélica ‘Mi Universo’ (2011) y una deliciosa ‘Entre girasoles’ (2014). Y no me quiero olvidar de los dos temas nuevos de este disco, una vuelta al sonido de Los Flechazos con ‘No quiero recordarte’, que abre este disco, y el cierre con ‘El asiento de atrás’, otro tema donde da entrada a la sección de viento y a los órganos pero que deja ese poso de mirada hacia atrás. Música Pop en toda su extensión, que capta el momento, una mirada a una carrera honesta y coherente.