Ben Harper es uno de los favoritos de este blog, hace mucho tiempo que seguimos al californiano en sus diferentes versiones y numerosos proyectos, tanto en solitario, como cuando ha grabado con Ellen Harper, su madre; con artistas veteranos como Charlie Musselwhite y The Blind Boys of Alabama; con grupos formados por amigos como Relentless7; y especialmente con su banda más relevante como son The Innocent Criminals. Harper, al que le debemos un post en este blog analizando su carrera, siempre se ha movido entre una paleta de sonidos como el Folk que bebió en sus orígenes familiares, el Rock, el Blues, el Reggae, etc., es decir, casi nos podríamos fijar en los palos que Ben Harper no ha tocado. La recuperación de The Innocent Criminals ha sido una de las noticias deseadas por los seguidores de Harper que se ha hecho realidad, el año pasado ya estaban de gira y nosotros los pudimos ver en Lisboa. Hay que recordar que el último disco con The Innocent Criminals fue el pausado Lifeline (2007), que ponía un punto y aparte en su trayectoria. Regresa Harper con el bajista Juan Nelson, el percusionista Leon Moble, ambos en el impactante y celebrado directo Life from Mars (2001), el batería Oliver Charles, junto al organista Jason Yates y el guitarrista Michael Ward, con un disco que tampoco destaca especialmente especialmente dentro de la trayectoria de Harper. Precisamente, ese es uno de los peros que se le puede poner, que su música es muy reiterativa, y te quedas a veces con la sensación de haberlo escuchado antes. Es un buen disco, no cabe duda y especialmente para sus seguidores, pero irregular, donde Harper pone en juego sus influencias, pero no pasará más allá.
Comienza el disco con ‘When Sex Was Dirty’, un tema ruidoso y fiero que parece que nos va a acercar a un disco más enérgico, pero en Haper lo habitual es que se queden en esas pinceladas y de paso a temas como el notable ‘Deeper and Deeper’. ‘Call It What It Is’ es un Blues duro y crudo de lo mejor del disco, pero la irregularidad comienza con ‘How Dark Is Gone’, que comienza con un buen inicio acústico y esa percusión de Moble, aunque se pierde el tema en la producción. A veces también cae en un cierto ‘buen rollo’, como con ‘Shine’, que se deja escuchar muy bien, aunque le queda menos lograda la plegaria de ‘All That Has Grown’, una canción más desnuda.
Parece querer acelerar con ‘Pink Ballon’, más cañero y estimulante, para dar paso a un Reggae marca de la casa como es ‘Finding Our Way’, que funciona sin más. ‘Bones’ también es un tema típico de Harper, y también parece quedarse como a medias. El final sigue esa senda, con dos temas menores en el disco como son ‘Dance Like Fire’, una especie de medio tiempo que se va diluyendo, y cierra con otro tema desnudo y espiritual, ‘Goodbye to You’.
Aunque Harper no ha facturado un disco sobresaliente, analizaremos su carrera en breve, sigue manteniendo un nivel aceptable aunque a veces da la sensación que instalado en una especie de ‘zona de confort’. La vuelta con The Innocent Criminals es una gran noticia, en directo siguen funcionando como pudimos ver, pero nos queda la espina de que este disco podría haber dado algo más de sí, especialmente si explora vías más ruidistas, aunque esa es una impresión mía subjetiva, claro está.