Hace unos días nos lanzábamos a recordar la trayectoria de nuestros queridos y admirados The Jayhawks, una de esas bandas que son fundamentales para entender la historia de la música popular en las últimas tres décadas, por su trabajo que en muchas ocasiones no ha sido reconocido, como por su influencia. Como decíamos en su momento, Gary Louris se ha quedado de nuevo a los mandos del grupo tras el abandono de Mark Olson tras facturar en 2011 el prescindible, por no decir otra cosa, Mockingbird Time, que venía a certificar que la magia de esa pareja de compositores se había roto hace tiempo. Con Louris como cabeza visible, y acompañado del siempre fiel Marc Perlman, de Karen Grotberg (tremenda de nuevo en las voces y los coros) y de Tim O’Reagan, el resto de la formación más mítica de The Jayhawks, y recuperan a Kraig Johnson a las guitarras, el reto era más bien superar el disco anterior, y vaya si lo consiguen. Obviamente, no es un disco que será un clásico, ni hace sombra a los mejores momentos de la banda, pero no cabe duda que tiene momentos muy interesantes y destacados. Con Peter Buck (REM) y Tucker Martine a la producción, junto al propio Louris, Paging Mr. Proust bebe tanto de Sound of Lies (1997), el primer trabajo tras la primera salida de Olson que se encardinaba más al Pop, como del maravilloso Rainy Day Music (2003), e incluso hay algunos momentos más experimentales que nos llevan a Smile (2000), siendo posiblemente estas últimas las partes menos conseguidas de todo el disco. Por cierto, que la mayor parte de labor compositiva ha caído en manos de Louris, salvo en tres temas donde colaboran el resto de la banda.
El comienzo es ya un lujo, con un tema que suena a sus clásicos, un medio tiempo nostálgico que se viene arriba y donde las armonías vocales, con Grotberg destacando, enganchan. Su sugerente título es ‘Quiet Corners & Empty Spaces’, pero da paso a ‘Lost the Summer’ donde apuestan por esa vertiente más experimental, más ruidista si se quiere, que lamentablemente no les acaba de funcionar. Retornan a los esquemas del inicio con la imbatible ‘Lovers of the Sun’, otro tema que tiene un inicio maravilloso y que, en mi opinión, casi podría calificar como la mejor de todo el disco. No pierden el ritmo con la más melancólica si cabe ‘Pretty Roses in Your Hair’, más lenta y que parece salida del Rainy Day Music. Y otro tema fantástico es la más Power Pop, vital y dinámica, con la voz también de Mike Mills (REM), ‘Leaving the Monsters Behind’, que te conquista desde el primer segundo. ‘Isabel’s Daughter’ es más irregular, aunque comienza con un ritmo muy del ‘Americana’ luego deriva más hacia el Pop, pero no se queda ni en una cosa ni en la otra.
‘Ace’ retoma la senda más experimental y tampoco funciona, tiene un punto funky pero igual también es cosa de la producción. Sin embargo, de nuevo nos dan un giro positivo con la destacable ‘The Devil is in Her Eyes’, otro tema de los destacados, incluidas armónica y el contrapunto de una guitarra poderosa. Más Pop es ‘Comeback Kids’, que desentona menos aunque también hay un peso importante de la producción de nuevo. El Power Pop regresa con fuerza en ‘The Dust of Long – Dead Stars’, donde se deja intuir también una influencia de Tom Petty & The Heartbreakers. En la misma dirección se sitúa ‘Lies in Black & White’, aunque más pausada y sin la fortaleza de la anterior, aunque la armónica de Louris ofrece un muy buen contrapunto. Y se cierra el disco con ‘I’ll Be Your Key’, un tema que comienza casi acústico y que luego va incorporando otra instrumentación y los coros, así como alguna guitarra eléctrica, donde Louris canta casi en falsete, y que queda como un final con un poso más triste, y con una letra que se puede leer en diferentes caminos.
Notable el regreso de The Jayhawks con este Paging Mr. Proust que nos muestra a un Louris en forma, y con toda la banda en perfecto funcionamiento. Hay partes del disco que funcionan menos o peor, pero nos deja un buen sabor de boca con algunas canciones que, sin ser sus clásicos, se quedan cerca.