Band of Horses es una de esas bandas que nos tienen ganados desde que los conocimos, allá por el año 2010, cuando contaban con tres discos y acababan de publicar el Infinite Arms. Se convertían en uno de los grupos del ‘Americana’ más significativos, casi a punto de dar un salto para pasar a la liga de los My Morning Jacket, Wilco y compañía. Pero en 2012 erraron con el irregular y sobreproducido Mirage Rock, un paso atrás en toda regla reconocido por el propio Ben Bridwell, aunque había alguna cosa que se salvaba, pero en su conjunto les hizo perder unos cuantos puntos y quedarse fuera de ese camino que señalábamos antes. Claro, tenían detrás las canciones de sus tres primeros discos, que defendían muy bien en directo, y en 2014 sacaron el Acoustic at the Ryman. Y con los dedos cruzados esperábamos este Why Are You OK?, con ganas de ver si lo de Mirage Rock había sido un accidente o era ya una tendencia. Cambiaban de productor, en este caso debutaba Jason Lytle, y con el apoyo del reconocido Rick Rubin. Y el disco, pues no nos devuelve los mejores Band of Horses, pero sí que para el golpe del anterior, a través de un trabajo que en algunos casos tiene momentos brillantes y en otros cae en la irregularidad. Bridwell sigue jugando con los tonos de su voz y las canciones derivan de las más tradicionales, esas que les destacaron, a otros momentos más experimentales que les funcionan peor. Eso sí, la producción está mucho más contenida y sí que se ajusta más al sonido de Band of Horses, que también sigue evolucionando.
Y eso que el comienzo mete miedo con ese doble tema que es ‘Dull Time/The Moon’, y si mientras con ‘Dull Time’ te pegas el susto padre con ese sonido ambiental que no parece encajar, con ‘The Moon’ dan un volantazo maravilloso en uno de los momentos más poderosos del disco. La apuesta se confirma con ‘Solemn Oath’ donde la voz de Bridwell es tremenda para un tema donde las guitarras también destacan. Y el nivel se mantiene, y te animas, con ‘Hag’, un medio tiempo de melodías nostálgicas ‘marca de la casa’, con una producción que funciona bien. ‘Casual Party’ vira al Power Pop y es una canción resultona y bien intencionada, divertida que entra fácilmente, aunque no está al nivel de las anteriores. En ‘In a Drawer’ se marcan otro tema nostálgico, con ese título (‘En un cajón») y esa letra, no podía ser de otra manera, y pone los coros J. Mascis (Dinosaur Jr.). La primera parte del disco, que como decimos convence, finaliza con un interludio intrascendente como es ‘Hold On Gimme a Sec’.
La segunda parte es mucho más irregular, incluso podríamos decir que le sobra alguna canción. ‘Lying Under Oak’ se queda a medias y le falla la producción, es un medio tiempo del que se podría haber sacado más partido. ‘Throw my Mess’ nos devuelve a los Band of Horses de los inicios, más Folk, y en esta ocasión sí que nos convencen. Pero en ‘Whatever, Wherever’ intentan hacer una balada de corte clásico basándose en la voz de Bridwell y en unas melodías que no acaban de funcionar. Y en cuanto a ‘Country Teen’, nos encontramos con una canción que tampoco sabemos definir bien, pero que no está entre lo más destacado del disco. ‘Barrel House’ no deja esa dirección, aunque eleva ligeramente el nivel, mientras que el final es para un tema como ‘Even Still’ que se inicia de forma también oscura y que luego va adoptando otros tonos más luminosos, aunque falla en algunos efectos que le incorporan, pero que tampoco está a la altura de la primera parte del disco.
En definitiva, Band of Horses se levantan claramente con respecto a su disco anterior, especialmente gracias a una primera parte de este Why Are You OK? más inspirada, pero no disipan las dudas con la segunda, que les queda más irregular. Nosotros seguimos creyendo en esta banda pero también pensamos que se quedarán ya en esa segunda línea por detrás de gente como los ya mencionados Wilco o My Morning Jacket, entre otros. Siguen en un proceso de evolución que les aleja cada vez más de sus inicios.