Bodegas Franco Españolas, Logroño (La Rioja), 26, 27 y 28 de agosto de 2016
Llego el fin de semana de la primera edición del MUWI, un festival que había levantado la curiosidad y las expectativas de lo que podríamos definir como ‘comunidad musical riojana’. Hacía tiempo que existían rumores de la celebración del mismo y, cuando hace unas semanas se confirmó el cartel y el conjunto de actividades, nos congratulamos de su llegada. Siempre es bueno y suma que la oferta crezca, a pesar del debate que se ha desarrollado a lo largo del verano, bueno como desde hace años, sobre la gran cantidad de festivales que existen en la geografía española. Pero tampoco es menos cierto que no es precisamente nuestra región la más beneficiada de ese «boom», aunque en las vecinas tienes para todos los gustos. Mientras que Actual está consolidado como el festival de inicio de año y el Fardelej ha crecido muchísimo y es un éxito, la aparición del MUWI en la capital riojana puede cumplir otra función. Salía el MUWI hace unas semanas, un cartel tardío, que se complementaba con otras actividades en la ciudad, algo que ya es una tónica habitual y necesaria en estos festivales. Sobre el cartel, como siempre nos gusta decir son cuestiones abiertas a debate, unas bandas y artistas nos podrán gustar más y otras menos, pero sobre gustos…De lo que no hay duda es del acierto de contar con bandas del indie que son referentes como La Habitación Roja o Neuman, entre otros. Por otro lado, también a destacar la presencia de artistas riojanos. Nosotros sólo pudimos acercarnos a las Bodegas Franco Españolas, pero también el escenario nos pareció interesante y adecuado. En todo caso, puede que la principal debilidad del MUWI resida precisamente en un elemento externo como es la cantidad de festivales de características similares en el entorno (Sonorama, Ebrovisión, etc.), pero eso dependerá también de los objetivos de los organizadores y de su potencial crecimiento.
Pero vayamos a la música y al festival en sí mismo. El viernes 26 se pudo observar a la mayor parte de esa ‘comunidad musical riojana’ (músicos, promotores, medios de comunicación, aficionados habituales, etc.) paseando por el entorno de Franco Españolas , aquello fue casi un ‘quién es quién’ que se ampliaba a parte de los representantes políticos riojanos y logroñeses así como al conjunto de la sociedad. No estaba masificado el festival pero ofrecía un buen aspecto de público que vio cómo se retrasaba el inicio de los conciertos en más de una hora, lo que fue lastrando la tarde – noche, siendo uno de los pocos ‘peros’ que podíamos señalar. Mientras saludábamos a unos y a otros y también a amigos y amigas venidos de otras ciudades, los catalanes Stay actuaban con su Rock psicodélico que iba convenciendo. A continuación llegó el turno de inclasificable Bigott, el zaragozano tiró de su extensa discografía y presentó temas de su próximo trabajo. Pero los dos platos fuertes estaban por llegar, siendo el primero el de los murcianos Neuman, con Paco Román a la cabeza y en formato trío, habiendo actuado antes en acústico en la bodega. Neuman es uno de los grandes grupos del indie y no cabe duda que cuentan con grandes canciones, que van desde el Power Pop hasta texturas más épicas. En su concierto en MUWI funcionaron mejor las primeras en nuestra opinión, ofreciendo un concierto solvente muy aplaudido especialmente con temas como ‘Turn It’ o ‘Tell You’. Pero la gente estaba esperando a La Habitación Roja, los valencianos acaban de publicar este año su décimo disco de estudio, Sagrado Corazón, y cuentan con dos de los mejores discos de los últimos diez años como son Universal (2010) y especialmente Fue eléctrico (2012), sin duda alguna su cima. Liderados por Jorge Martí, La Habitación Roja hicieron un set rápido basado en su nuevo disco y con los temas más característicos de su carrera. No dieron tregua y nos dejaron sin aliento, fundamentalmente cuando sonaron ‘Ayer’, ‘Indestructibles’ o ‘La segunda oportunidad’. Incluso los temas de Sagrado Corazón ganaron en fuerza con un directo que nos dejó con ganas de más a pesar de la hora, cercana a las tres de la madrugada.
Volvimos el sábado a las Bodegas Franco Españolas con un cartel que nos motivaba menos, pero de nuevo insistimos que es una cuestión de gustos. El ambiente era el mismo que el día anterior, y cuando llegamos Carlos Sadness estaba en la mitad de su actuación. Sadness tiene su público y alguna canción me encanta (‘Monteperdido’), pero a nosotros nos dejó un poco fríos aunque no es menos cierto que buena parte de los asistentes estaban entusiasmados. A continuación le tocaba el turno Christina Rosenvinge que, por mis prejuicios, no estaba en mi lista de artistas favoritos. Sin embargo, dio un buen concierto en el que compaginó una vertiente más rockera con otra más introspectiva, imponiéndose claramente la primera, además de algunas dificultades con el sonido. Reconozco que el concierto de Rosenvinge fue de lo mejor de la programación de festival que vimos, y que su banda también funcionaba a la perfección, además del potencial de las canciones. Tocaba el turno de Rural Zombies, los guipuzcoanos han sido una de las revelaciones de la temporada con ese rock impregnado de sintetizadores que funciona muy bien para parte del público. Nosotros nos fuimos mientras la gente comenzaba a disfrutar con ellos. Posteriormente, amigos nos han contado que Cycle tampoco defraudaron.
El MUWI es una nueva apuesta para nuestra región en un contexto complejo, tanto por la competencia que hemos señalado al principio de la crónica como por otras cuestiones que afectan al conjunto de los festivales, así como a buena parte de los conciertos, convertidos en cierto sentido en actos sociales, para bien y para mal. Los festivales van ampliando sus actividades y sus escenarios, el MUWI no ha sido ajeno a ello y de forma acertada, una necesidad para posicionarse y que obliga a ser innovador para diferenciarse. Ahora sólo queda ver los siguientes pasos y deseamos que esta primera edición sea sólo el inicio. La primera piedra, muchas veces la más difícil, ya está puesta.