No, no es Elvis Costello uno de los artistas que tenga entre los de cabecera. No por nada en especial, ha habido algunos intentos, pero más allá de algún disco concreto y la recopilación de turno, poco conozco de su trayectoria. La primera vez que me tocó escuchar algo sobre Elvis Costello fue en 1989, cuando Paul McCartney publicó el disco Flowers in the Dirt. En aquellos años, McCartney y otros artistas y bandas de su generación convivían con los más jóvenes en emisoras y programas de televisión. En ese disco colaboró Costello con cuatro temas compuestos con McCartney y en la producción. Poco más, luego fui sabiendo de su incursión en la música clásica pero nada más, sin interés tampoco, hasta 2004, exceptuando la fantástica versión de ‘She’ de Charles Aznavour para la película de 1999 Nothing Hill y que se convirtió en un éxito internacional, así como la presencia de ‘ (What So Funny ‘Bout?) Peace, Love and Understanding’, tema compuesto por Nick Lowe, en Lost in Translation también en 2004. En ese año adquirí The Delivery Man, un trabajo que se inscribía claramente en los sonidos más norteamericanos del Country y el Folk, lo que entonces también se denominada ‘Americana’. Ese disco me gustó mucho y adquirí un completo doble recopilatorio, The Very Best of Elvis Costello (1999), que se centraba en sus primeros años con The Attractions, su banda más característica, junto a The Imposters. Obviamente, también sabíamos de su relación con Diana Krall y sus trabajos con gente como Burt Bacharach, Allen Toussaint o recientemente con The Roots. Sin olvidar su aclamado programa de televisión Spectacle de 2008 a 2010 donde se fundamentalmente se homenajeaba a un músico a través de una entrevista en profundidad y contaba con compañeros de profesión, y por donde pasaron gente como Elton John, Bono y The Edge, Bruce Springsteen, etc.
Diréis que cuál era mi interés en leer la autobiografía de un artista que tampoco te ha causado una impresión tan grande. Bien, por alguna razón que desconozco siempre tuve una cierta fascinación por el personaje, siempre pensé que tenía que darle alguna oportunidad a un tipo que con su mezcla de New Wave y Punk Rock había sido un referente de finales de los 70 y los primeros 80, y que luego había diversificado su carrera hacia límites insospechados, desde el cancionero norteamericano al Country, pasando por la música clásica, el Soul, el Pop, etc., con una variedad y diversidad de colaboraciones insospechadas. Un tipo que tan pronto te producía a The Pogues o The Specials como le escribía un disco entero a Wendy James de Transvision Vamp, tenía que tener una historia muy interesante y, además, las críticas eran excepcionales.
Música Infiel y Tinta Invisible (Malpaso) no decepciona para nada, es una de los mejores libros sobre música que he leído nunca, y no sólo por la historia de Declan MacManus (el verdadero nombre de Elvis Costello) sino por la forma de contarlo. Son más de 750 páginas que se van deborando solas. Costello nos cuenta su vida desde sus orígenes, ese padre que también es músico, como su abuelo; esa madre que es una de sus principales influencias; hasta los peajes del éxito, las dudas generadas por el mismo, y las miserias y virtudes de su carrera. Costello no traza un relato lineal sino que va intercambiando de forma muy ágil las historias y los capítulos de su vida, incluidas sus relaciones sentimentales. En no pocas ocasiones, es bastante duro con su personalidad y no ahorra en autocríticas, aunque en ocasiones hay que leer entre líneas. Descubres su brutal ritmo de trabajo, la verdad es que impresiona, especialmente en sus primeros años con The Attractions cuando iba enlazando disco tras disco y cosechando sus grandes éxitos, pero un traje que sin duda se le quedaba pequeño. También tiene un cierto sentido del humor que va desgranando a lo largo del libro. Y no hay que dejar de destacar la admiración que siente, y así se refleja en los capítulos y partes que les dedica a los ya mencionados Burt Bacharach o Allen Toussaint (para mí dos de los mejores capítulos del libro) y al productor T-Bone Burnett, Bob Dylan con el que compartió gira, Johnny Cash, Nick Lowe, o el propio McCartney. Y te pierdes entre la decena de colaboraciones de Costello a lo largo de las décadas, casi sería más fácil decir con quién no lo ha hecho.
En definitiva, un muy buen libro el de Elvis Costello, muy recomendable y en el que el autor también nos demuestra su amplio conocimiento de la música popular y su historia, heredado de la pasión de sus padres por la misma. Puede que, si Elvis Costello no es más conocido sea por su enorme dispersión y por los bandazos que ha ido dando, aunque hay que reconocerle también que no ha hecho lo que le ha venido en gana. No, no creo que me vaya a lanzar a los brazos de la discografía de Costello pero, además de disfrutar de Música Infiel y Tinta Invisible, he recordado con cariño ‘Peace, Love and Understanding’, ‘She’, la fantástica ‘Alison’, y me he acercado a ‘Oliver’s Army’, ‘Accidents Will Happen’, ‘Pump It Up’, ‘Shipbuilding’, ‘Veronica’, ‘I Want to Vanish’, entre otras muchas.