En la última década, numerosas voces femeninas están destacando desde visiones más eclécticas y arriesgadas. Una de ellas es Angel Olsen, que abarca como Cat Powe, Sharon Van Etten, Laura Marling, etc., paletas que van desde el Folk a sonidos más eléctricos. All Mirrors es su cuarta entrega que ha sido reconocida por la crítica especializada como uno de los discos del año, a la altura de su anterior disco el también muy valorado My Woman (2016). A nosotros se nos escapó ese disco a pesar de haber estado en la lista de pendientes, pero All Mirrors no y es un disco para enmarcar. Allí encontramos la poderosa voz de Olsen que tira de sonidos atmosféricos, intensos, intimistas y orquestales para evolucionar hacia ámbitos que le llevan a una PJ Harvey más contenida. Ya esa portada, esa imagen suya en blanco y negro, es impactante, contrastando con la luminosidad de My Woman, donde también el centro es para la propia Olsen pero con otro gesto. El disco está producido por la propia Olsen y John Congleton, que ha trabajado con diversos y numerosísimos artistas y bandas, y está caracterizado por un sonido muy ambiental y atmosférico, con una fuerte presencia de la sección de cuerdas, así como con programaciones más sutiles, y en el que Olsen juega con los matices de su voz. Hay una tendencia hacia un barroquismo muy contenido, aunque el tono del disco se aleja de texturas más abigarradas, contando con una coherencia y unidad.
El comienzo es para la muy atmosférica «Lark», Olsen canta como susurrando al comienzo y luego va subiendo, tónica habitual en bastantes canciones, contrastando y apoyándose en las cuerdas. La estructura se repite en «All Mirrors», también muy conseguida y en la que la instrumentación al principio es más sutil, la base electrónica hace acto de presencia y las cuerdas siguen siendo un elemento esencia. En «Too Easy» se decanta hacia el Pop más melódico, pierde parte de su trascendencia y épica aunque continúa con ese tono electrónico, a la par que va modulando su voz a medida que va avanzando la canción. «New Love Cassette» es más ecléctica, baja el nivel y es más ecléctica pero las bases electrónicas se imponen. Con «Spring» llega una de sus mejores canciones, más convencional, es un Pop melódico y clásico en el que su voz es una maravilla, una canción muy atractiva. Finaliza la primera parte con una «What It Is» en la que vuelve a cambiar de textura, con una percusión diferente y lanzada a sonidos más electrónicos pero es la canción que se ajustaría a sonidos rockeros más canónicos, aunque no deja de experimentar, en este caso con las cuerdas.
La segunda parte comienza con «Impasse», en donde retorna a los sonidos más ambientales y atmosféricos que monopolizaban los primeros temas de disco, funcionando su voz como una letanía en la primera parte, junto a una instrumentación mínima y sutil, para avanzar con más potencia en la segunda parte. «Tonight» es más orquestal, las cuerdas son las protagonistas y su voz queda en un segundo plano, siendo una canción delicada y emocionante. «Summer»ahonda en el eclecticismo y la complejidad, su voz se agudiza y tiene una melodía interesante. En cuanto a «Endgame», sigue la estructura de parte de las del disco, con un inicio suave y minimalista, con cambios en la tonalidad de su voz, y avanzando hacia sonidos más experimentales. El cierre es para otra de las canciones más relevantes del disco, «Chance», más melódica y con un inicio minimalista e instrumental con su voz en un segundo plano, con el piano protagonista, para ganar de nuevo en intensidad con el poderío de su voz y su elegancia hasta convertirse en una canción Pop, destacando igualmente las cuerdas del final que le dan un toque de cierre fantástico.
All Mirrors no es un disco que seguramente entre a la primera pero, no cabe duda que tiene una honda personalidad y que Angel Olsen tiene una dirección interesante y su disco es muy adictivo.