Pocas imágenes existen tan icónicas en el mundo de la música popular como la de Bob Marley y es un artista al que le teníamos ganas en este blog desde hace mucho tiempo, seguidores confesos como somos. Aprovechando el treinta y cinco aniversario de su fallecimiento, nos detenemos en su trayectoria y su biografía para recordar al autor de algunos de los temas más importantes de la música popular y al primer artista y más global que procedió del Tercer Mundo, colocando un estilo como el Reggae en una posición inimaginable. Pero también tiene Bob Marley sus lagunas y claroscuros, sus puntos más difíciles de sortear, y sus ambigüedades, aunque nos van a quedar sus canciones y su música, claro. Con respecto a Marley, yo he tenido mi faceta completista de todos los discos que sacó con Island desde Catch a Fire (1973) hasta el póstumo Confrontation (1983). Anteriormente, había devorado el Legend (1984), primero en casete y luego en CD, y me había impactado Natural Mystic (1995), otra recopilación de temas menos conocidos pero también brillantes.
Si hay una imagen que también podemos asociar buena parte de nuestras generaciones es la del disco Legend, recopilatorio de los mejores temas de Marley y uno de los discos más vendidos de un artista después de su fallecimiento. Con respecto a Marley también hay numerosos estereotipos y lugares comunes: la marihuana, el buenrollismo, el rastafarismo…Todos ellos tienen su aquel y están fundamentados. Que su música transmite vibraciones positivas es un hecho, el Reggae que factura te lleva a moverte. Lo de la marihuana, pues también porque está asociada a Jamaica y a este estilo musical, y es un hecho. Y lo del rastafarismo, bueno, eso es otro rollo que nunca he entendido, todo muy legítimo y respetable, pero es una religión cuanto menos curiosa.
Hay tantas canciones universales que es imposible elegir. ‘Could You Be Loved’, ‘One Love/People Get Ready’, ‘No Woman, No Cry’, ‘Redemption Song’, ‘Get Up, Stand Up’ o ‘Is This Love’ podrían ser la lista de las más conocidas, que además tampoco han perdido su vigencia, pero había muchas más, que ibas descubriendo a medida que adquirías sus discos. Del Legend, con el tiempo, siempre me quedaré con ‘Waiting In Vain’ y ‘Satisfy My Soul’, pero luego me fueron enganchando del resto de su cancionero ‘Iron Lion Zion’, ‘So Much Trouble in the World’, ‘War’, ‘Trenchtown Rock’, ‘Who the Cap Fit’, «Time Will Tell’, ‘Concrete Jungle’, ‘Rebel Music (3 O’Clock Roadblock)’, ‘Natural Mystic’, ‘Turn Your Lights Down Low’, ‘Zimbawe’, ‘Africa Unite’, ‘Lively Up Yourself’…
Y de sus discos me quedo con la frescura del Catch a Fire, con la potencia del Exodus (1977) y con el contenido político del Survival (1979). La música de Marley también era muy reivindicativa, con un mensaje que a veces se iba demasiado hacia el rastafarismo, pero que tenía todos los ingredientes para convertirse en la banda sonora de una reivindicación, como así ha sido. Sus llamadas a la paz, esa imagen icónica en la que junta las manos de Seaga y Manley en 1978 en un concierto por la paz, que estaban luchando hasta las últimas consecuencias con tiroteos y asesinatos incluidos por el poder en Jamaica. Para ver cómo estaba la situación, el propio Marley había sido tiroteado en su casa dos días antes de su actuación en Smile Jamaica en 1976, y pese a sus heridas saltó al escenario. Por cierto, que este episodio es el que hila la espectacular novela Breve historia de siete asesinatos (Malpaso) de Marlon James, ganadora del Booker 2015, y de la que hablaremos más adelante.
De Bob Marley se sabe casi todo. Que fue hijo de un británico que lo repudió, que vivió en situaciones precarias, que emigró a Estados Unidos, que estuvo casado con Rita Marley pero que tuvo innumerables amantes y que tuvo once hijos reconocidos. También la potencia de su banda, The Wailers, que se quedó con el nombre tras abandonarla sus dos amigos y socios desde el inicio de su carrera, Peter Tosh y Bunny Wailer en 1974, y que falleció víctima de un cáncer que no se trató por sus creencias rastafaris.
Pero también tiene no pocos críticos. Primero los que le acusan de haber edulcorado el Reggae para sonar más comercial y conquistar al público occidental, y denuncian un cierto postureo en sus posiciones, con la ayuda de Chris Blackwell de Island Records. El propio Bob Stanley lo destrozaba en el magnífico Yeah Yeah Yeah como señalamos en su momento. Y tampoco tenía una gran consideración entre el entorno del Reggae más purista en Jamaica, a pesar de ser un mito viviente. La primera acusación tiene su base de partida, pero también es cierto que aprovechó la cadencia del Reggae para crear algo más universal. Tampoco es poca la gente que lo acusa de ser un ritmo cansino, pero eso es cuestión de gustos.
Han pasado treinta y cinco años de su fallecimiento y su legado sigue vivo, ha influido a numerosos músicos y artistas, y sus canciones no han perdido vigencia. Podremos decir numerosas críticas y encontrar vías de cuestionamiento, pero lo que hizo Bob Marley fue muy grande, tuvo una dimensión universal y sus canciones siguen transmitiendo.