Resulta inevitable dejarse llevar por la melancolía al leer este Camino Soria de Edi Clavo y recordar dónde estaba uno en ese 1987-1988 cuando Gabinete Caligari alcanzaron el lo más alto del panorama musical español. Uno estaba en 1º de BUP y recuerdo que ‘Camino Soria’ se coló por todos los sitios, era un tema omnipresente y Gabinete Caligari, con su icónica imagen en la que ponían en valor ciertos elementos de la identidad propia, aportaban una mirada diferente. Sí, ‘Camino Soria’ la canción, Camino Soria el disco y Gabinete Caligari estaban en todos los sitios, en todos los programas de televisión y sonando sin parar en las radios. Junto a ellos, por esos años desfilaban otras referencias nacionales como El Último de la Fila, Radio Futura, Mecano (también inevitables), Alaska…en lo que era la digestión de la posmovida y entrando en unos años curiosos e indefinidos. Edi Clavo, batería de la banda madrileña y que nos convenció de sobra hace unos años con sus memorias en Electricidad Revisitada (Editorial Milenio, 2015), ha abordado en este Camino Soria (Contra) la labor de contarnos cómo se gestó el proceso de elaboración de un disco fundamental de la música española así como de su presentación y difusión. Clavo, poseedor de una prosa excelente y que te va atrapando a medida que pasas las páginas, ha vuelto a entregar un gran libro que hará las delicias no sólo de los seguidores de Gabinete Caligari sino de todos los aficionados a la música.
Clavo nos encuadra perfectamente el contexto del panorama musical español y cómo Gabinete Caligari, donde compartía formación con Jaime Urrutia y Ferni Presas, habían ido alcanzando un estatus gracias al éxito de Cuatro rosas (1985) y Al calor del amor en un bar (1986), todavía en la independiente DRO. Inclasificables dentro de la Movida y adquiriendo signos de identidad propios, lo que se llamaría el »Rock Torero’, Gabinete Caligari ficharon por la multinacional EMI para dar el salto que consiguieron con un Camino Soria en el que aunarían diferentes influencias pero que se vería determinado por los sonidos de The Beatles, The Kinks, el Country-Rock norteamericano, entre otros. Clavo va relatando la planificación, escritura y grabación del disco, a la par que va transmitiendo cómo eran conscientes de que iban gestando algo especial y único, prestando especial atención a esa grabación en los estudios Doubletrownics de Madrid bajo la producción de Jesús N. Gómez.
Pero ese proceso de gestación y grabación del disco se queda corto, en el sentido de una especie de ‘calma que precede a la tempestad’, ante la difusión y promoción del disco, y todo ello en el contexto de hace treinta años. Clavo nos sumerge en la sobrexposición a los medios de comunicación, a su presencia en todo tipo de programas, en las presentaciones, grabación de vídeos y, especialmente, una gira extenuante durante el tramo final de 1987 y 1988. Son unas páginas a las que Clavo mira desde el presente aunque tampoco hay un espacio muy protagonista para la melancolía.
Camino Soria contaría con nueve temas, algunos de ellos fueron grandes éxitos y acabarían por formar parte del imaginario colectivo de la música en español como la dedicada al fallecido saxofonista Ulises Montero en la soulera ‘Tócala Uli’, ‘La sangre de tu tristeza’, ‘Suite nupcial’ y, especialmente, ‘Camino Soria’, una canción sobresaliente con un sonido melancólico y dedicada a una ciudad como Soria, huyendo de las imposturas del momento y de las supuestas modernidades que tan bien Clavo relata en su libro. Además, y fundamental, hay espacio tanto para el diseño de esa portada icónica como para la sesión fotográfica en Soria a cargo de Alberto García-Alix. En definitiva, Edi Clavo nos ha contado desde la primera persona cómo Gabinete Caligari se convirtieron en un fenómeno de masas con Camino Soria, cómo llegaron a ese éxito masivo a través de una obra incostetable y cómo vivieron esos momentos, en una dinámica imparable. Imprescindible, una vez más, Edi Clavo.