En 2012, La Habitación Roja dio un salto cualitativo con «Fue eléctrico». Tras muchos años de discos notables, de ganarse el reconocimiento de la crítica y de una base de seguidores minoritarios, «Fue eléctrico» les sitúo a la cabeza de esa categoría llamada «indie», que funciona como un planeta extraño dentro del mainstream de la música española. «Universal» de 2010 ya había supuesto un ascenso en ese camino, con esas guitarras potentes pero sin perder de vista a la melodía, y con unas letras duras y en no pocas ocasiones depresivas. «Fue eléctrico» es un disco sobresaliente, con numerosas canciones relevantes, y con unas letras que van del amor al desamor, a los recuerdos y a unas miradas al futuro ambivalentes.
«La segunda oportunidad» es la canción más destacada del disco y una de las que más nos han emocionado en estos dos años. Una canción con un muro de guitarras apoyado por una sección de cuerdas y una batería que va marcando el ritmo. Pero donde la canción te llega al alma es en la letra, una letra maravillosa de Jorge Martí, cabeza visible de La Habitación Roja, unos versos que te ponen la carne de gallina, un recuerdo de lo vivido, una mirada hacia atrás, una reflexión sobre esos tiempos pasados que, en nuestras generaciones, parecen tan cercanos pero no lo son. Para algunos será banal, incluso naif, pero para nosotros no: «Todo lo haría otra vez para volverte a conocer».