Desde Australia llega Courtney Barnett, que ha conseguido con su disco de debut, tras haber publicado dos EPs en 2012 y 2013, el que nos ocupa Sometimes I Set and Think, and Sometimes I Just Sit, el reconocimiento de la crítica. Barnett presenta una colección de canciones muy estimables, algunas sobresalientes, y un conjunto que seguro que también va a la lista de revelaciones del año, y posiblemente a la de mejores discos. Con una voz muy atractiva, Barnett se presenta con once temas que varían entre canciones muy eléctricas y con fuerza y otras en las que da el protagonismo a su voz, sugerentes, pero que están en conjunto por debajo de las primeras. Eso no ensombrece al conjunto que, como ya hemos señalado, es un disco a recomendar. Barnett no decepciona a lo largo del disco, con algunos momentos verdaderamente sobresalientes.
Ya el inicio es contundente, con dos grandísimas canciones como son ‘Elevator Operator’ y ‘Pedestrian at Best’, en las que por momentos casi rapea, siendo la primera más rockera y la segunda se escora al punk. Le sigue el medio tiempo ‘An Illustration of Loneliness (Sleepers in New York)’, que comienza de forma pausada pero que crece por momentos, con unas guitarras muy conseguidas. Luego llega el cambio a los otros temas que comentábamos anteriormente, y ‘Small Poppies’ nos convence menos, aunque aporta también la seña de identidad de estas canciones que será un final in crescendo de guitarras. En esta misma línea, pero con un toque diferente, más articulado, llega ‘Depreston’, un medio tiempo que es de lo mejor del disco. Y con ‘Agua Profunda!’ regresa a la contundencia, aunque aquí más matizada por el pop.
‘Dead Fox’ es otro trallazo, un retorno a los inicios del disco, con un gran estribillo, como también ocurre con la más dura ‘Nobody Really Cares If You Don’t Go To The Party’ y con ‘Debbie Downer’, que tiene más influencias rockeras. Son tres temas que también se sitúan entre lo más destacado del conjunto, pero con ‘Kim’s Caravan’ vuelve a las canciones más intropectivas, con esa forma de cantar más sugerente si se quiere, más oscura también, y que en este caso acaba con una orgía guitarrera. Son temas que ganan con las escuchas del disco, sin duda, pero no llegan a la altura de los más potentes. El final es para la casi acústica ‘Boxing Day Blues’, que se queda como de lo más intrascendente del disco.
Lo dicho, Courtney Barnett convence con este disco, con canciones contundentes en su mayoría, y con una voz que tendremos que seguir. Con la crítica rendida, está por ver si no se convierte en un uno de los hypes de la temporada o va a más. De momento, a disfrutar de este atractivo Sometimes I Set and Think, and Sometimes I Just Sit y, aunque pueda parecer una contradicción, ponemos ‘Depreston’ para cerrar el post, una canción que nos tiene cautivados.