Mírese por donde se mire, la prolífica carrera de este cuarteto californiano ha propiciado más alegrías que desengaños. Once años de carrera les han dado para siete discos de estudio cuya mayor parte supera el notable pero también para alguna que otra grabación intrascendente.
Precisamente en su último trabajo «Passwords» parecieron algo más desorientados de lo habitual y entregaban sus canciones menos inspiradas e inspiradoras hasta entonces, lo que provocó los recelos con que recibíamos este nuevo lanzamiento. Y rápidamente esa cautela se ha convertido en disfrute al escuchar este trabajo que enlaza con lo mejor y más característico de su producción.
Las nuevas canciones de Taylor Goldsmith recuperan su sutil naturalidad, con una energía bajo control y un sabor auténtico y personal destilado más que nunca a partir del sonido de los grandes del folk-rock americano. Producidos por primera vez por Dave Cobb, no cabe más que alegrarse por el reencuentro que este ha propiciado entre la banda y su voz más genuina.
Un disco que abren electrificados y desenfadados en los coros de Still Feel Like A Kid, buenas vibraciones que se atenúan en Good Luck With Whatever, bello y suave medio tiempo marcado por el piano. A continuación contundentes guitarras acompañan también al piano en la combinación de ternura y energía que es Between The Zero And The One antes del rock ligero y rítmico de None Of My business. La primera balada llega con St. Augustine At Night, de delicada acústica, seguida de la rockera Who Do You Think You’re Talking To, con un potente estribillo, antes de otra balada al piano como la preciosa Didn’t Fix Me. Para terminar con el enérgico aroma springsteeniano de Free As We Wanna Be y la última composición compartida con Jim James, la íntima y lenta Me Especially, en la que destacan las notas de la guitarra.
Sentimientos agradables los que siguen transmitiendo Dawes, sensaciones calmadas que parecen remontar desde gloriosas décadas pasadas. Mayormente alejados de la pesadumbre, sin aspavientos ni desvaríos, aciertan sin duda con estas nuevas canciones que les reconcilian con su mejor versión, la que nos encandiló hace poco más de una década y sigue demostrándose provechosa.