Menhir, Logroño (La Rioja), 30 de diciembre de 2017
Actual calentaba motores para su edición de 2018 con el Loading Actual en el Menhir y este año uno de sus platos fuertes era contar con The New Raemon en acústico. Ramón Rodríguez se presentó con sus guitarras en una sala en la que había un buen ambiente de público aunque, como comentaremos al final de esta crónica, a veces no entiendes los motivos de algunas personas que van a los conciertos. Pero volvamos a The New Raemon, uno de esos músicos cuya trayectoria no admite discusión y que ofreció una gran actuación el pasado sábado en Menhir. The New Raemon publicó en 2017 un interesante recopilatorio titulado Quema la memoria y no olvidamos su trabajo con los McEnroe de Ricardo Lezón Lluvia y truenos (2017) y su último disco de estudio propio, el excelente Oh, Rompehielos (2015), disco del que partieron buena parte de los temas del concierto. Rodríguez además se mostró cercano y comunicativo con el público mientras iba desgranando buena parte de sus temas melancólicos que en acústico sonaron de maravilla.
Como decíamos, los primeros temas que cayeron fueron de Oh, Rompehielos, como la que da título al disco, ‘Una historia real’, las fantásticas ‘El Yeti’ y ‘Reina del Amazonas’, ‘Quimera’ y ‘Mientras sea un intruso’. Un gran comienzo al que le siguió la primera versión de la noche con ‘Agosto del 94’ de sus amigos McEnroe. Luego comenzaron temas de sus discos anteriores como ‘La cafetera’, ‘Sucedáneos’, ‘Lo bello y lo bestia’, ‘Te debo un baile’ y ‘El refugio de Superman’, imposible quedarse con una de ellas. Y uno de los momentos más destacados es cuando nos regaló dos versiones, impresionantes sonaron ‘Sunken Treasure’ de Wilco y ‘The Needle and the Damage Done’ de Neil Young. El tramo final fue para ‘Galatea’, el retorno a Oh, Rompehielos con ‘Desencuentros’, ‘Por tradición’, ‘Verdugo’ y un cierre impagable con la muy celebrada ‘Tú, Garfunkel’.
Un concierto fantástico de The New Raemon que tiene un pero al que aludíamos al comienzo. Entendemos que un concierto no es un lugar para estar en el silencio más absoluto pero vivimos algunas situaciones, que ya nos pasaron hace un par de años con Josh Rouse así como en otros lugares, que hablan de falta de respeto. Había gente en el concierto, gente que había pagado su entrada lo que hace todavía más incomprensible, que se dedicaron a hablar más alto de lo tolerable en un formato como en el que nos encontrábamos. Veías que el propio Ramón Rodríguez se iba mosqueando y a mitad del concierto comenzó a lanzar alguna pulla que no tuvo efecto hasta que antes de ir con ‘Verdugo’ se mostró contrariado, y con toda la razón sin faltarle mucha clase para lidiar la situación. Lamentablemente, es habitual y no pasa nada, si no quieres escuchar el concierto te vas fuera, sea el recinto que sea, o al fondo de la sala, que aquí hay oportunidad porque hay espacios diferenciados, y dejas a los artistas hacer su trabajo y a los demás disfrutar de la música y de las letras.