Hace unos días, Tom Petty and the Heartbreakers publicaban el que «Hypnotic Eye», decimotercer disco de Petty y su banda, decimosexto si contamos los tres de Tom sin la compañía de su banda eterna. El disco, que reseñaremos en próximas semanas, ha sido saludado por la crítica como una vuelta de Petty a los orígenes, a los primeros discos de la década de los setenta, y también ha obtenido importantes valoraciones positivas. Nosotros, muy entregados a la causa de Tom Petty & The Heartbreakers, teníamos ganas de escribir de ellos, puesto que son una de las bandas más importantes de la música americana de los últimos cuarenta años. Junto a Bruce Springsteen & The E Street Band y Neil Young, Petty & The Heartbreakers, son esenciales para trazar el recorrido del rock norteamericano y el vínculo con las raíces.
Sin embargo, algo nos pena a los seguidores de Tom Petty and the Heartbreakers, y es el hecho de que nunca haya tocado en España, y difícil parece que vaya a cambiar. El coste de contratarlos (un millón de dolares según decía Rolling Stone hace unos años) y el hecho de que la inversión sea imposible de rentabilizar, ya que no cuentan en nuestro país con suficientes seguidores para llenar un gran recinto, impide que pueda darse este hecho. Pero, esperando que pase el milagro, vamos a recordar la carrera de Tom Petty and the Heartbreakers.
Petty, en la actualidad en los 64 años, formó en 1976 The Heartbreakers, una banda que ha sido muy estable: el talentoso, y mano derecha de Petty, Mike Campbell a la guitarra; otro virtuoso como Benmont Tench al piano y al órgano; Ron Blair al bajo; y Stan Lynch a la batería. Blair se retiraba cansado de las giras en 1982, siendo sustituido por Howie Epstein, aunque Blair volvería en 2002 y Epstein fallecería en 2003 por problemas con las drogas. En la batería, Lynch dejó la banda en 1994, ocupando en 1995 Steve Ferrone su lugar hasta la actualidad. Finalmente, en 1991 se incorporó al grupo Scott Thurston para hacerse cargo de las guitarras acústicas, fundamentalmente.
Campbell y Tench ya habían formado parte del primer proyecto de Petty, Mudcrutch, pero sería con The Heartbreakers cuando harían historia. Petty, con su icónica melena rubia, iba a componer algunas de las mejores canciones del rock americano, parte en compañía de Campbell, con influencias del blues y del country. Ya en su debut de 1976, con su disco «Tom Petty and the Heartbreakers», ponían el listón alto con temas como la tremenda «American Girl» o «Breakdown».
El siguiente paso fue «You’re Gonna Get It» (1978), que seguía la línea de las canciones rápidas y guitarreras de su predecesor, con temas como «Listen to Your Heart» y «I Need To Know». Pero el salto de Tom Petty & The Heartbreakers se produciría con el disco de 1979 «Damm the Torpedos», que continuaba profundizando en los parámetros anteriores, pero con nuevos matices, como lo demuestran éxitos como «Refugee», «Don’t Do Me Like This» o «Here Comes My Girl», que eran más accesibles. Iban quemando etapas a pasos agigantados y llegaron al 2 del Billboard norteamericano, además de lograr vender dos millones de copias. Y en directo es donde Tom Petty & The Heartbreakers mostraban una contundencia que les situaba entre los mejores.
Hasta 1981 no llegó «Hard Promises», que contenía un tema fundamental de su discografía: «The Waiting». Fue 5 en el Billboard, pero no llegó al nivel de ventas de su predecesor. Y en 1982 le tocaba el turno a «Long After Dark», que fue cayendo en repercusión y ventas. En 1985 se publicó «Southern Accents», que contó en la producción con gente como Robbie Robertson (The Band) y Dave Stewart (Eurythmics). Era un disco raro, con temas tan potentes como «Rebels» y otros como «Don’t Come Around Here No More», compuesto por Petty y Stewart, que reflejaba una época como mediados de los 80, con esas bases y sintetizadores. Ni que decir tiene que «Don’t Come Around Here No More» fue un éxito, y es una buena canción, aunque a nosotros nos gusta mucho más «Rebels»:
«Let Me Up (I’ve Had Enough)» (1987), donde Bob Dylan participó en la composición de «Jammin’ Me», continuaba con el lento descenso en posiciones del Billboard. Parecía que la carrera de Petty necesitaba un punto de inflexión y se dieron dos. El primero, formar parte de los Traveling Wilburys, el supergrupo con el propio Dylan, George Harrison, Roy Orbison y Jeff Lynne (E.L.O.). Su primer disco, el maravilloso «Traveling Wilburys Vol. 1» (1988), fue un gran éxito, que tendría su continuidad en 1990 con el «Traveling Wilburys Vol. 3», aunque ya sin Orbison, fallecido a finales de 1988.
El segundo punto de inflexión, y el más importante, fue la publicación de «Full Moon Fever» (1989), el primero de Petty sin los Heartbreakers, aunque Campbell también formaría parte de la producción y tocaría en el disco, además de componer con Petty algunos temas. Igualmente, otros miembros de los Heartbreakers participaron en el disco, junto a George Harrison, Roy Orbison y Del Shannon. El pilar, insospechado por la divergencia en sus sonidos, en el que se apoyó Petty fue Jeff Lynne, que cofirmó gran parte de los temas, coprodujo el disco y participó como músico. «Full Moon Fever» funcionó a la perfección con algunos de los mejores y más emblemáticos temas de Petty: «Free Fallin'», «I Won’t Back Down» o «Runnin’ Down A Dream». El disco llegó al 3 del Billboard y vendió más de cinco millones de unidades en Estados Unidos.
Petty no había acabado con los Heartbreakers, ni mucho menos, y en 1991 volverían con un nuevo trabajo, pero la repercusión de «Full Moon Fever» fue sobresaliente y sacó de la curva descendente que llevaban desde comienzos de la década de los 80, aunque Tom Petty and The Heartbreakers fuesen una de las bandas más importantes de Estados Unidos.