Llega una de la novedades más destacadas de la temporada, el segundo disco de la banda de blues de Jackson (Mississippi), John the Conqueror. «The Good Life» los ha convertido en una de las sensaciones más valoradas por la crítica en los meses que llevamos de 2014, y es que «The Good Life» es un buen disco, un trabajo que convence. Vaya por delante que la accesibilidad del blues para el gran público es más complicada que la del soul, por ejemplo. El terceto está liderado por el cantante y guitarrista Pierre Moore, y cuenta con Michael Gardner a la batería y con Ryan Lynn al bajo. Sus temas son una sucesión de trallazos de blues, en los que en algunas ocasiones se apuntan ciertos tintes de soul y funk, pero donde también predomina el rock. Además, la voz de Moore encaja perfectamente en estos temas, que nos remiten a su Estado de procedencia. Y todo ello con la guitarra en primer plano, apoyada en una sección rítmica poderosísima.
El comienzo es con la potente y acelerada «Get Em'», a la que le sigue «Mississippi Drinkin'», levemente más pausada, pero igual de contundente. «Waking up to You» retoma el inicio, también con mucha potencia. «What Am I Gonna Do» reduce un poco el ritmo, es más tranquila y se acerca a otras lides. «Golden Rule» es el tema más destacado del disco, un blues impresionante, con la guitarra de nuevo haciendo de las suyas. «Let’s Burn Down the Cornfield» da una mínima pausa, pero la canción va creciendo.
Con «Road to Bayport» se instalan en esa sensación más lenta, pero con «You Don’t Know», otro de los momentos cumbres del disco, recuperan la plena potencia, en una de las canciones más rockeras de toda la entrega. «John Doe» y «Daddy’s Little Girl» responden a un mismo patrón, son blues con tintes clásicos, que tienen ese momento de lamento, pero que van creciendo con la guitarra de Moore haciendo diabluras. Y termina «The Good Life» con «She Said», en la misma senda que los temas anteriores, viniéndose arriba la canción también por momentos.
John the Conqueror se instalan en el camino que antes emprendieron los encumbrados The Black Keys o los más recientes Alabama Shakes, la vuelta a las raíces, en este caso el blues. De momento, a la crítica ya la han conquistado, y a nosotros nos han convencido.