No conocía a Labi Siffre hasta que escuché en el Hoy por Hoy de la Cadena SER la canción «Watch Me» y hablaron de la serie This Is Us, actualmente en Amazon Prime y TVE, que forma parte de su interesante banda sonora. La serie, que te hace reír y llorar, mucho, es muy azucarada y sentimental pero te deja pegado a la televisión siguiendo las visicitudes de la familia Pearson, jugando con los tiempos narrativos. Pero, dejemos la serie y volvamos al «Watch Me» de Labi Siffre que suena en uno de los momentos culminantes del primer capítulo. Como he señalado, no sabía quién era Siffre y cuando comentaron esta canción en el Hoy por Hoy señalaron que era el compositor de «It Must Be Love», que años después harían propia los Madness hasta el punto de pensar que era una canción de ellos, por cierto que Wikipedia señala que el propio Siffre aparece en el vídeo de la canción. La historia de Siffre es la de esos talentos que quedan ocultos y olvidados. Tuvo su momento en la década de los setenta, cuando publicó seis discos de 1970 a 1975, incluso representó a Reino Unido en el Festival de Eurovisión de 1978. Su siguiente momento es la canción que abre la recopilación que vamos a reseñar, «(Something Inside) So Strong», una canción denuncia en 1985 sobre la situación del Apartheid en Sudáfrica. Su carrera, desde entonces, cuenta con poquísimos discos aunque su relevancia es mayor porque canciones suyas han sido cantadas no solo por Madness sino por Rod Stewart o Joss Stone, entre otros, y ha sido sampleado por Primal Scream, Fatboy Slim, Eminen, Jay Z, Kanye West, Wu-Tang Clan, etc. Por lo tanto, nos encontramos ante un interesante descubrimiento de un artista que basaba su fuerza en su delicada voz y en unas canciones Pop de bellas melodías, con producciones orquestales y con vientos pero casi siempre con la presencia de la guitarra acústica, incorporando elementos Soul, Folk y del Spoken Word. Unas canciones emocionantes que se recogen en esta recopilación de 2016 titulada It Must Be Love. The Best of Labi Siffre y que salió no en uno de los grandes sellos sino en Music Club. Veintiocho canciones que te conquistan.
El primer CD comienza con su regreso ya señalado en 1985, «(Something Inside) So Strong», canción épica y expansiva con coros góspel y que crece en intensidad. Sigue con temas como «Too Late» o «Make My Day», de sus comienzos, que son orquestales y que cuentan con la acústica. Llega luego «A Little More Line», una de sus mejores canciones que tiene un tono de Soul creciente con unos vientos fantásticos. En «I Don’t Know What’s Happened to the Kids Today» apuesta por el Folk aunque las cuerdas le llevan hacia el Pop orquestal. Fascinante es también «There’s Nothing in World Like Love», de nuevo esa combinación de vientos y cuerdas con su voz. En «Not So Long Ago» incorpora algunos aspectos de la Bossa Nova y también percusiones, mientras que «When I’m on My Own You Are on My Mind» regresa al Folk más acústico. De este primer CD también destaca la más Soul «Thank Your Lucky Star», con ese Hammond fantástico. «Bless the Telephone» retorna al Folk y crece en ese sentido «Get to the Country». «Cannock Chase» tiene un tono muy melódico, las cuerdas vuelven a quedar imponentes de nuevo. En «Blue Lady» cambia el tono, es más compleja, su voz está fantástica y la percusión le da un punto diferente. El sonido más acústico retorna con «Crying Laughing Loving Lying» aunque también hay un sonido de guitarra eléctrica que tiene un punto crepuscular.
El segundo CD comienza en un no parar. Primero, «It Must Be Love», que tiene un tono más inocente que la versión de Madness. Luego «My Song» que es una brutalidad Pop, qué sección de cuerdas. Y, finalmente, completando una triada inapelable, «Watch Me», delicadísima y maravillosa. «Somesay» es un Pop orquestal con el piano como elemento diferencial. Y en «Children of Children» es un Folk que luego deriva hacia un tono más épico con la incorporación de las cuerdas. Otra de las grandes canciones es «Entertainment Value» que comienza con un punto de Music Hall y luego deriva hacia un sonido más moderno, con esos teclados del final. «Prayer» es una canción completamente acústica y en «Let’s Pretend» se marca una canción Pop de casi de diez minutos, compleja y enorme. En esa misma línea, en un Pop que aquí se apoya en los vientos, te conquista «If You Have Faith». «I Got The» sorprende por el cambio de estilo, es de 1975 y se notan las influencias Funk y de artistas como lo que estaba haciendo Curtis Mayfield, por ejemplo, clavando una canción que luego lleva de nuevo a su Pop pero que tiene unos vientos muy de la época. Y el Funk sigue haciendo su aparición en «The Vulture». El cierre es para tres canciones ya de su etapa posterior. Primero, «Nothing’s Gonna Change», sonido ochentero, en el peor sentido de la palabra, que no acaba de funcionar. Luego, ya de 1998, «Sparrow in the Storm» que es una vuelta a sus orígenes, y la acústica «Why Isn’t Love Enough?».
Fantástica recopilación que recoge la carrera de un artista desconocido para mucha gente, entre los que me incluía. A mí me tiene fascinado.