Carpa de Actual, Logroño (La Rioja), Festival Actual, 4 de enero de 2014
Actual 14 vivió su noche de gloria el sábado 4 de enero en la Carpa de Actual, de la que hablaremos más tarde. Superadas con creces las 2.000 entradas vendidas, lo que se vivió en el recinto del festival fue una gran noche con cuatro horas de música de tres grupos en estado de gracia: The Right Ons, Delafé y las Flores Azules y Love Of Lesbian. Tres propuestas distintas pero con un nexo en común: la humildad y la conexión con un público entregado. Sin duda, uno de los aciertos del carte del Actual 14 fue este concierto. Y el público respondió.
A las diez y media abrieron el fuego The Right Ons. Son los que más difícil lo tenían, porque son menos conocidos, a pesar de que su carrera ha dado un punto de inflexión con «Volcán» (2013). Lo que muchos nos temíamos, ocurrió: una explosión de rock y furia, de canciones tremendas que comenzaron a poner el recinto en ebullición (y perdón por la metáfora fácil). Con una carpa a medio llenar, pero que iba viendo como se llenaba a medida que avanzaba su actuación, The Right Ons demostraron esas tablas y experiencias. Un set de sólo 45 minutos que se nos hizo muy corto, cosas de los festivales, en el que la banda compaginó canciones de sus tres primeros discos, los cantados en inglés, y de «Volcán», con una entrega encomiable y digna de elogio. Esa combinación funcionó a la perfección, y para el recuerdo «Adiós» y «Día Perfecto». Entusiasmaron a los ya convencidos y seguro que sumaron nuevos seguidores y seguidoras, a tenor de los comentarios que escuchábamos a nuestro alrededor.
Menos familiarizados estamos con Delafé y las Flores Azules, no conocemos tanto su discografía y tampoco nos podemos considerar seguidores, aunque siempre nos han despertado simpatía y hay una serie de canciones que, en los últimos años, forman parte del imaginario colectivo de la escena nacional. Sin embargo, la carpa ya estaba llena para entonces y estaba claro que Delafé y las Flores Azules tenían muchísimos fans allí, que coreaban y bailaban sus canciones. Óscar D’aniello y Helena Miquel nos sorprendieron gratamente con un manejo del escenario, apoyados por tres músicos impresionantes que dotaban de una potente base todos los temas, los cuales ganaron mucho en directo.
Delafé y las Flores Azules dejaron al personal listo para el plato fuerte de la velada, que no podía ser otro que Love Of Lesbian. Era casi la 1:30 de la madrugada cuando el grupo hizo su aparición entre grandes ovaciones. Hace mucho que lo decimos, Love Of Lesbian es un caso digno de estudio. Es un fenómeno que sorprende y que es seguido con una fe inusitada por una amplia base de fans. Es difícil encontrarse un público tan diverso y heterogéneo como el que se encuentra en sus conciertos, y todos tan entregados.
Fue la primera vez que los vimos en formato festival, con un set más corto, basado en los temas más animados y divertidos. Centrados en «La Noche Eterna. Los Días No Vividos» (2012), desde el comienzo con «La Noche Eterna» el público comenzó a cantar y no paró. Hubo espacio para «1999» (2009), siendo posiblemente «1999» la única concesión a la nostalgia, junto con la grandísima «Noches reversibles» de «Cuentos chinos para niños del Japón» (2007). El resto, la locura total con «Fantástico», «Algunas plantas», «Me amo», «Si tú me dices Ben, yo digo Affleck» y muchas más. Y con la banda demostrando una comunión con el público también para analizar, es posible que allí esté parte de su éxito. Pero hay una conexión que va más allá.
Eran las tres de la madrugada cuando salíamos del aparcamiento del Revellín, exhaustos de bailar y cantar, tras haber disfrutado de estas bandas. Pero no puedo terminar sin hacer referencia al lugar: la Carpa de Actual. Cuando entramos en ella, tuvimos la impresión de volver al pasado, a otras épocas cuando Logroño y La Rioja carecían de ciertas infraestructuras. Al inaugurarse el Palacio de los Deportes, nos encontramos con una instalación fantástica, en la que hemos vivido numerosos conciertos. Sí, es cierto que está alejado del centro. Es cierto que la carpa está a unos metros del resto de actividades y de la Laurel, la San Juan y de los bares de copas. Contra ese argumento, poco se puede decir. Pero, además de las complicaciones de logística y de las dificultades para ir a los tíckets, las barras, los servicios, la temperatura, la aglomeración de gente, el propio sonido, etc., hay que tener en consideración que lo que cuenta es el contenido (los artistas y grupos, los conciertos y la atención y la labor de muchísima gente que nosotros nunca olvidaremos trabajan muy duro, desde la gente de las puertas y las barras a los de producción), pero también el continente. Y el Palacio de los Deportes es excepcional y dignifica el festival. Ayer, en la carpa, lo pasamos muy bien, disfrutamos mucho, pero echamos de menos el Palacio de los Deportes, y como nosotros, mucha gente.