Hay veces que aparecen determinados artistas y grupos que tienen su momento y, luego, desaparecen prácticamente. En no pocas ocasiones, están vinculados a modas o movimientos que arrastran lo que suena o en lo que se pone el foco. Recordemos todo lo que vino junto al Grunge, BritPop y Americana, por poner tres ejemplos, y que quedaron en el olvido. Muchos de ellos eran buenos y tuvieron su momento. Es el caso de un grupo británico a los que siempre les tuve cariño. Se llamaban The Magic Numbers y transmitían inocencia y buen rollo con su Pop teñido de Folk que contaba con grandes melodías y armonías. Eran un grupo atípico que apareció a mediados de la primera década del siglo XXI, cuando triunfaba esa suerte de revisitación de la New Wave que lideraban Franz Ferdinand y el Americana estaba en lo más alto, puede que se colasen por esa segunda vía. El grupo lo forman, porque siguen existiendo, dos parejas de hermanos: Angela y Sean Gannon y Michele y Romeo Stodart. Este último era el principal compositor de la banda y el vocalista, formando armonías con Angela Gannon, siendo uno de sus puntos fuertes. El otro, obviamente, las canciones. Aquí vamos a recordar su debut, en 2005, un disco que sigue sonando igual de fresco y delicioso a pesar de los tres lustros pasados.
Comenzaba el disco con «Mornings Eleven», una maravilla Pop, melancólica y donde ya presentaban la combinación de las voces como uno de sus puntos fuertes. Una joya es «Forever Lost», con más presencia de las guitarras pero igual de preciosista. La melancolía regresa con «The Mule», delicadísima, y «Long Legs» es una de las cimas del disco, de nuevo con la combinación de las dos voces como uno de sus puntos fuertes. En «Love Me Like You» aceleran el tempo, otra gran canción, dando paso a la más contenida y pausada «Wich Way to Happy».
La segunda parte comienza con «I See You, You See Me», seguramente la mejor canción de todo el disco, las voces de Romeo y Angela suena increíbles, ascendiendo al final. Casi está a la altura «Don’t Give Up the Fight» con un toque Soft Rock, muy melódica y melancólica. Más lenta y Folk, con unas cuerdas bien colocadas, aparece «This Love», y «Wheels on Fire» tiene también un comienzo Folk para ir luego hacia el Pop. «Love’s a Game» es un medio tiempo Pop elegantísimo con esas guitarras sutiles. Termina el disco con la más espiritual «Try», donde ponen una pausa que mantienen en el comienzo de «Hymn For Her» con ese peso de la acústica aunque luego retornan de nuevo al Pop.
Fue un debut fantástico el de The Magic Numbers que no tardaron en presentar una continuación a la altura con Those the Brokes (2006). A partir de ahí, los británicos se difuminaron y su siguiente disco, The Runaway (2010) pasaría muy desapercibido. Han seguido publicando discos y girando pero desde una tercera línea. Pero ahí quedan sus canciones delicadas y preciosas de su debut en 2005.