Tardamos un año en llegar a «1999». El disco había sido publicado en 2009 y nosotros lo descubrimos en marzo de 2010. Nunca habíamos prestado atención a Love Of Lesbian. Sabíamos de su existencia, que habían cantado en inglés y se pasaron al castellano, que siempre aparecían entre los discos españoles mejor valorados del año, pero nunca los habíamos escuchado. Hasta que un día alguien (él ya sabe quién es) me dijo: «tienes que escuchar este disco». Y fue como un puñetazo. Desde ese momento, «1999» será el disco que más he oído en estos dos años, y Love Of Lesbian se encuentran a un mes de sacar nuevo material. Estamos expectantes aunque el listón sea muy alto.
«1999» es un disco superlativo. Es pop-rock, pero es también un disco de grandísimas canciones que en ningún momento se resiente. No sobra nada. Y es difícil en un disco conceptual, en el que se narra la historia de una relación diez años después. El cantante de Love Of Lesbian, Santi Balmes, jugaba al despiste diciendo que se basaba todo en hechos reales, luego que no…En realidad, podemos creer o no a Santi, pero son muchos lugares comunes, y nos podemos sentir identificados. Escuchar «1999» es entrar en la nostalgia de aquellas relaciones pasadas. Son catorce temas, dos dedicados a 2009 y el resto a 1999. Comienza en 2009, con «Allí donde solíamos gritar», un tema melancólico cuyo primer verso es una declaración de principios: «¿A que no sabes dónde he vuelto hoy?, donde solíamos gritar». Con el segundo tema nos vamos ya a 1999. «Club de fans de John Boy» es el hit, una entrada con un piano compulsivo de algo que a todos nos ha pasado: intentar que a tu pareja le guste la misma música que a tí. Aquí, ella lo consigue. «Las malas lenguas» hace referencia a lo que sentía el grupo, que comenzaba a despegar entonces. Es una de mis canciones favoritas del disco, con una letra muy potente. Le sigue «Algunas plantas», una gamberrada discotequera con una letra bastante explícita. «Cuestiones de familia» se pone seria, es una de las canciones escondidas del disco, por ser menos reconocida, pero también es muy emotiva. Una canción triste, pero real como la vida misma.
«Electoplasta» recupera el divertimento, la letra se sale, pero se intuye que la relación va a ir a peor. Las siguientes tres canciones musicalmente son impresionantes, pero aquí ya la relación sale destrozada. «Segunda asalto» es una pelea, que se aprecia ya continua. «Incendios de nieve» sería la mejor canción de todo el disco, y eso que es una elección muy complicada. Se intenta salvar la relación, pero ya es imposible. Su estrofa «Y al parecer nos sienta bien pelear; justo al contrario, fortalece más; supera esto, no serás capaz; supera esto, no serás capaz» es antológica. Con «1999» la cosa está finiquitada: «Hasta aquí llegó el ritual de enfados y canibalismo estúpido» son sus primeros versos, de una canción muy dura, con otra gran letra.
1999 sigue con cuatro canciones que parece que no aportan mucho más, pero que ganan con el tiempo. «Te hiero mucho (historia del amante guisante)» es muy divertida. «Cuando diga ya» y «Miau» son canciones rápidas, de reproches, como en la segunda cuando comienza con «¿Qué cómo es mi vida sin ti?, Pues por fin sí que es vida» (se puede decir más alto, pero no más claro). Termina 1999 con «La mirada de la gente que conspira», una gran canción que también acumula mucha rabia, pero contra el mundo en general. Y el disco llega a 2009 de nuevo. Otra vez la melancolía y la nostalgia, las cuentas pendientes. «2009. Voy a romper las ventanas» tiene otra letra tremendamente emotiva, en la que Santi Balmes recapitula desde la distancia, pero me quedo con los dos siguientes versos: «Vamos a correr el gran sprint final y al cruzar la línea los dos ganarán».
Love Of Lesbian se convirtieron en la banda «indie» del periodo 2009-2011. Gracias a una gira casi interminable, nosotros los vimos tres veces, fueron creciendo en popularidad, siempre ante un público determinado. Así, personificaron de nuevo el debate ya visto en casos como los de Vetusta Morla, Sidonie o Lori Meyers, entre otros, del paso del supuesto indie al supuesto mainstream. No toca aquí este debate sino reconocer un disco imprescindible. Un disco valiente y arriesgado, con unas letras que demuestran que Santi Balmes sabe lo que se hace. Y para muestra, sus discos anteriores también. Esperamos con impaciencia su nuevo largo, aunque para nosotros ya han cumplido con creces. Y si podéis ir a verlos en directo, merecen mucho la pena, grandes músicos, y os divertiréis. Lesbianizaros.
«Disco superlativo» es la clave.
¡Muy buen post!
Muchísimas gracias por el comentario, amigos, estamos expectantes ante el nuevo disco