El Rock & Roll norteamericano no para de darnos alegrías, y es que desde New Orleans (Louisiana) llega el quinto disco ya de Luke Winslow-King, un trabajo de los que se degusta lentamente y que cuenta con una paleta de estilos de esos sonidos más norteamericanos que van desde el Blues hasta el Folk, pasando por el Country y sin olvidar la impronta que marca la ciudad en la que reside. Winslow-King también destaca por ser un consumado especialista en el slide guitar. Y, de esta forma, Winslow-King nos presenta un grandísimo disco que entra de forma lenta pero que te va atrapando en unas texturas que van desde la ya señalada potencia del Blues hasta otras tonalidades más Country, fundamentalmente, construyendo medios tiempos que te van atrapando, aunque no deja de lado esas guitarras. Canciones que te transportan y que parecen sacadas de cualquier garito del Sur profundo de Estados Unidos, de su New Orleans de residencia, seguramente los espacios donde Winslow-King mejor se desenvuelve, en las distancias cortas y a través de una música honesta y maravillosa, con pocos artificios y de carácter sencillo
El comienzo del disco es de nota muy alta. El punteo de los primeros compases de ‘On My Way’, un medio tiempo maravilloso que avanza con fuerza, transmite calma y paz, te lleva a espacios abierto, una canción que también se balancea entre el órgano y las guitarras. A continuación, nos encontramos con una fuerza de la naturaleza como es el potente Blues que da título al disco, ‘I’m Glad Trouble Don’t Last Always’, una barbaridad que es una de las canciones del año en mi opinión, con esos riffs de guitarra destacadísimos. Y en ‘Change Your Mind’ retorna a los inicios de disco, otro medio tiempo armónico con un toque Country y esos coros del estribillo que encajan como un guante, junto con la armónica. En ‘Hearsick Blues’ cobra protagonismo el violín, siendo una canción que se deriva más hacia el Country, mientras que ‘Esther Please’ comienza minimalista y avanza con fuerza a través de sonidos del Blues.
Por su parte, ‘Watch Me Go’ da un poco de pausa siendo un tema más espiritual, tiene un punto Soul y el órgano vuelve a brillar. A continuación vuelve a centrarse en el Blues con ‘Act Like You Love Me’, que alcanza un sabor añejo pero también vinculado al Rock & Roll clásico, y ‘Louisiana Blues’, bueno, su propio nombre lo indica y es un tema que también podría sonar en cualquier club perdido del Delta del Mississippi. El final es para otro momento muy relevante como es ‘No More Crying Today’, que aunque tiene un punto más Country en su comienzo va adquiriendo otras texturas, y su voz del inicio del tema suena muy bien.
Un disco destacado de este 2016 este I’m Glad Trouble Don’t Last Always, maravillosas guitarras de un trabajo de gran sabor que se va quedando dentro con las escuchas. Luke Winslow-King se añade a la lista de artistas a seguir.