Los veranos son tiempos de calma que no suelen dejar muchas novedades, especialmente Agosto, mientras que se esperan los grandes lanzamientos de otoño. Este año, uno de los discos que ha aparecido destacado ha sido el de Mini Mansions Guy Walks Into a Bar…, tercer trabajo del grupo de Michael Shuman, bajista de Queens of the Stone Age, que aquí asume el protagonismo de la banda, junto a Zach Dawes (The Last Shadow Puppets) y Tyler Parkford, junto con el apoyo de Jon Theodore (The Mars Volta y Queens of the Stone Age). Los norteamericanos han tenido también visibilidad este verano porque han girado por España, abrieron para Muse, y su disco ha contado con mayor presencia en los medios que sus dos entregas anteriores (2010 y 2015). Guys Walks Into a Bar…es un disco que se escucha fácilmente y que cuenta con canciones de estribillos pegadizos en los que amalgaman diferentes influencias, aunque la sombra de Arctic Monkeys está ahí, especialmente la de su último disco, el controvertido Tranquility Base Hotel & Casino (2018). De hecho, están más cerca de estos que del sonido de Queens of the Stone Age, aunque no del de su último trabajo. No es un disco que vaya a pasar a la Historia pero sí que es un disco que te alegra la tarde, y tiene algunas canciones muy pegadizas.
La primera parte es muy adictiva, con un comienzo fulgurante que es «Should Be Dancing», una canción apabullante que también tiene un cierto sonido cercano a la New Wave. «Bad Things (That Make You Feel Good)» incide en esa línea con un toque más electrónico. «Don’t Even Know You» es un medio tiempo más melódico con Shuman cantando en falsete, tema con un punto Pop atractivo. Por su parte, «Forgot Your Name» lleva a los sonidos del inicio del disco, con una melodía bien construida y que tira descaradamente al Pop con efectos electrónicos incluidos. «I’m In Love» es más abrasiva, más electrónica, aunque no alcanza los niveles de las canciones anteriores. El cierre de la primera parte es para «Time Machine» que se queda en tierra de nadie, Pop electrónico con ínfulas Rock pero que no acaba de funcionar.
La segunda parte desciende varios peldaños en su calidad, «Works Every Time» es un medio tiempo que gana con las escuchas pero que no acaba de levantar. «Living in the Future» es una insustancial canción de Pop electrónico y «Gummybear» tiene un tono atractivo pero tampoco acaba de convencer, con Shuman tirando de nuevo de falsete. Sin embargo, el nivel asciende de forma clara con «Hey Lover», compuesta y cantada con Alison Mosshart (The Kills, The Dead Weather), una canción con una gran cadencia y que es de las mejores del disco, destacando la interpretación de Mosshart. «Tears in Her Eyes» cierra el disco, un medio tiempo más angustioso y oscuro que te deja igual.
Interesantes Mini Mansions a pesar de una segunda parte en la que el disco no está a la altura de la primera, exceptuando la ya señalada «Tears in Her Eyes». Una pena porque la primera tanda es bastante potente. Seguro que en directo suenan como un cañón.