Hace unos días, nos sumamos a los elogios destacados de la crítica hacia el disco de Matthew E. White Fresh Blood, y explicando cómo White había creado su propio sello a imagen y semejanza de Stax o Motown, con sus equipos de productores, secciones de viento, de cuerda, etc. Pues bien, ahora nos llega otro disco de ese sello, Spacebomb, como es el debut de Natalie Prass. Prass fue compañera de White en el instituto y se embarcó en el estudio de Spacebomb con un puñado de canciones de ruptura sentimental, con White a la producción. Prass posee una voz de categoría y unas canciones brillantes, con alguna de ellas entre lo mejor del año. White le ha añadido su toque, con esa producción destacadísima y con las secciones de cuerda y viento en muchos casos en un segundo plano, pero qué bien quedan. Y eso que Prass grabó el disco en 2012, como ha señalado en algunas entrevistas, pero la cosa se fue postergando. Afortunadamente, ya está aquí y es otra de las sorpresas más destacadas de 2015.
El comienzo es con la maravillosa ‘My Baby Don’t Understand Me’, una de mis canciones favoritas de este 2015, un tema de una sensibilidad extrema, con un inicio que te arrastra y un avance que llega hasta esos ‘Our love is a long goodbye…’. Más pop es ‘Bird of Pray’, donde las cuerdas suenan de vicio y su voz está en uno de los puntos más álgidos de todo el disco. Y luego llega la tremenda ‘Your Fool’, una declaración de principios, una delicia de canción. Destaca menos la también explícita ‘Christy’, un tema más crudo, con una mínima instrumentación, aunque la producción de White aquí se sale. ‘Why Don’t You Believe In Me’ es un medio tiempo que está entre lo más destacado de todo el trabajo, y en este caso el protagonismo es para los vientos.
Marchamo clásico para ‘Violently’, que tiene un comienzo más lento y susurrante y va creciendo su ritmo. ‘Neve Over You’ es una bonita canción que palidece ante el resto. Y otro de nuestros momentos favoritos es ‘Reprise’, con un inicio hablado con un tono de reproche que lo enlaza con la sección de viento. El final es para ‘It Is You’, tema que parece sacado de una película de los 50.
Otra voz y otro disco para añadir en este 2015 que nos está dejando casi arruinados. Natalie Prass nos han encantado y emocionado, con un disco que te pone los pelos de punta en muchas ocasiones, con unas canciones que rebosan talento. Y que demuestra también que Matthew E. White es un tipo de talento y muy listo. No olviden estos nombres.